SOBERANIA HUMANA CÓSMICA

martes, 16 de abril de 2013

OVNIS: la última advertencia de YAHWEH (Parte IV y FINAL)

Aqui una versión de la cual comparto muchas cosas y descarto otras, pero mejor dejo al criterio final de los que lean.

Muchos se aseguran ante ellos mas que nada y luego ante los demás pregonando y precisamente sentándose en los primeros lugares del templo desgarrándose las ropas (me gusta utilizar las mismas "metáforas-parábolas" de Jesús...)  pero inconscientemente, sin siquiera saberlo ellos mismos, se reafirman de que "el único dios verdadero" es el que ellos creen y que es el dios judeo-cristiano y están super-seguros que así es... en fin cada quien hace de su casa lo que quiera y cada chango a su mecate.


De mi parte solo decir que "mi dios"- y por utilizar una expresión y me entiendan los que lean aqui, NO ES UN DIOS DE ODIO Y VENGANZA, NO ES CRUEL NI CASTIGA O PREMIA A SU ARBITRIO a quien le aplauda más, ni es celoso de los otros dioses que pudieran ser la competencia para el...


 
...jaja, no pude evitar recordar mis tiempos de destrampado cuando era yo un borrachóte querendón y andaba como chucho (perro) "sin mecate y sin dueño"... y sigo igual! jaja, usted disculpe. Obvio que para muchos seré un hijo del diablo o satanás jeje...

Si alguien le parece irreverente o molesta sus creencias mi espontaneidad por incluir elementos "disonantes e irreverentes" en el preámbulo de esta entrada (aparentemente), lo siento, aquí en mi gallinero mando yo, bueno es un decir...
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OVNIS: la última advertencia de Yahveh (Parte IV y FINAL)

En la tercera parte de esta serie de artículos se analizó como el fenómeno OVNI y las abducciones tienen una interesante conexión con una naturaleza espiritual más que material, por ejemplo, de acuerdo a Strieber, el fenómeno posee una naturaleza espiritual malvada. Vallée, por otro lado piensa que el fenómeno tiene una naturaleza paranormal y así, algunas piezas parecen encajar en nuestra teoría al afirmar que estamos ante la presencia de demonios del aire provenientes del espacio exterior que tiene un origen en común.  Génesis 6.

Sexo demoníaco e hibridación
Suponiendo que estamos en lo correcto al afirmar que los demonios del aire y los humanoides del espacio exterior tienen un origen en común, ¿cuál es entonces la razón de su interés en el sexo? Hemos visto ya que al menos este fue el punto crucial en la historia de Génesis 6, donde los ‘hijos de Dios’ tomaron como esposas a las ‘hijas de los hombres’ y les nacieron hijos. ¿Por qué, pues, podría Satanás estar tan interesado en el sexo como una constante durante tantos siglos de historia humana? ¿De qué manera puede una cultura de la sexualidad desenfrenada contribuir al logro de sus objetivos?
Quizás simplemente Satanás desea ver humillada a la mujer al grado más bajo: reducirla vengativamente a mero objeto de placer. Después de todo él sabía que el Cristo vendría de la ‘semilla de la mujer’ (Génesis 3:15).
Puede ser también que el enemigo quiera herir a Dios aunque sea de manera indirecta. Dado que no puede herir a Dios mismo, ataca a las personas a quienes Dios ama. Y sabemos que una de las armas más poderosas del diablo contra la humanidad es las de la perversión de la sexualidad humana. Y su prisa para lograr este desvío es enorme, pues “el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo” (Apocalipsis 12:12).
El sexo como experiencia religiosa
Quizás exista una tercera razón de naturaleza espiritual que explique el fenómeno de la cultura de la sexualidad. Creo que Satanás podría estar utilizando el sexo y la experiencia orgásmica como un método para depositar sus ideas en las mentes de sus víctimas. El diablo no ignora que una de las experiencias humanas que más se acerca al éxtasis de la comunión con Dios es la del orgasmo sexual. Thomas ha dicho que si alguna vez el ser humano actúa como si estuviera poseído pero sin estarlo realmente, lo hace cuando se encuentra sobrecogido por la irresistible fuerza de la pasión sexual –es entonces que tiembla, gime, llora y se retuerce en esa agridulce experiencia que desafía toda descripción [1].
Para la mayoría de la gente, las relaciones sexuales resultan placenteras y gratificantes. Sin embargo, para algunas personas su práctica ha supuesto algo mucho más especial, y la describen literalmente como una “experiencia religiosa”. Al menos esa es la conclusión a la que ha llegado la psicóloga Jenny Marin en su obra Trascendent Sex: When Lovemaking Opens the Veil [Sexo trascendente: cuando hacer el amor abre el velo]. Tras realizar un estudio con 91 sujetos que dijeron sufrir experiencias místicas durante el orgasmo, Marin ha recopilado relatos sobre luces celestiales, visiones de seres angelicales o viajes fuera del cuerpo.
No obstante, otros especialistas, como el terapeuta William Fitzgerald, creen que todo tiene una explicación fisiológica: Cuando la gente experimenta un orgasmo, se estimula su glándula pituitaria y se liberan endorfinas, con un efecto similar a los derivados de la morfina.
El hombre sin Dios se encuentra vacío, y por esa razón Satanás ha estado utilizando la sexualidad para darle al hombre una falsa sensación de éxtasis espiritual. No obstante, en vez de lograr satisfacer su sed espiritual, la sexualidad desenfrenada solo tiende a empeorar la situación, pues el vacío se hace cada vez más grande y las dosis deben ser incrementadas a grados extremos.
En la mayoría de los casos, Satanás ha tenido éxito en usar el erotismo entre humanos como vehículo de su filosofía de la vida. Pero a menudo él también ha hecho intervenir directamente a los demonios en este juego malvado de la sexualidad fornicaria.
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Íncubos y súcubos hoy
Por ejemplo, es difícil hallar un pueblo que no cuente entre sus leyendas narraciones de raptos y cruzas entre seres humanos y no humanos. Nada podía detener a aquellos terribles monstruos raptores no humanos (como el “agazapado” o el “raptor”) que secuestraban y violaban a las mujeres y a los hombres. Piensen en la angustia plasmada en las siguientes palabras encontradas en un antiquísimo manuscrito:
“No hay puerta que les corte el paso ni cerrojo que los haga volver atrás. Se deslizan bajo la puerta como la serpiente, se meten por las bisagras como el viento, y arrancan a la esposa de los brazos del marido y al hijo de las rodillas del padre”.
La historia de estos seres lascivos se remonta hasta la cultura sumeria, hace 6,000 años, con Lilitu, el primer súcubo conocido. El significado de su nombre en acadio era muy sugerente: “demonio nocturno”. Sumerios, babilonios y asirios creían que Lilitu y sus sirvientes sexuales les causaban sueños eróticos agotadores que les impedían el descanso reparador.  Pero lo que más les preocupaba era el contribuir a su reproducción, dado que engendrarían monstruosos demonios sin cara, los alu y los gallu. Después de una existencia repleta de tropelías, esta progenie se reunía con su padre humano en el lecho de muerte para impedir el tránsito de su alma hacia el más allá.
Por su parte, ninguno de los primeros padres de la Iglesia puso jamás en duda estos coitos de humanos con seres demoníacos. Todo lo contrario; Juan Crisóstomo aseguraba a finales del siglo IV, que no había nada más cierto que estos ayuntamientos contra natura; una aseveración confirmada, entre otros, por Cirilo, Hilario o Agustín de Hipona. Este último, ya en su clásico tratado La Ciudad de Dios, decía que “es una creencia muy difundida que los silvos y los faunos, comúnmente llamados íncubos, frecuentemente han estado molestando a las mujeres y teniendo coito con ellas”. Llegó a decir también que “sería desvergonzado no creerlo”. Y para que no hubiese dudas al respecto, el papa Inocencio VIII, en su bula Summis desiderantes, (1484), confirma la existencia de íncubos y súcubos que se unen sexualmente con cristianos.
§ 1. En verdad hace poco, no sin gran disgusto, llegó a nuestros oídos que en algunas regiones de Alemania superior, así como en las provincias, ciudades, tierras, dominios y diócesis de Maguncia, Colonia, Tréveris, Salzburgo y Bremen, muchas personas de ambos sexos, olvidando su propia salvación y desviándose de la fe católica, tratan con demonios, íncubos y súcubos, y con sus hechizos, cantos, conjuros y otras nefastas supersticiones y sortilegios se dedican a excesos, crímenes y delitos, y hacen morir, agotarse y extinguirse EL PARTO DE LAS MUJERES, la CRÍA de los animales, la uva de las viñas, el fruto de los árboles, así como hombres, mujeres, acémilas, ovejas, ganado y otros animales de diverso género, también viñas, frutales, prados, pastos, grano, trigo y otras legumbres del campo y atormentar y afligir con CRUELES DOLORES INTERNOS y EXTERNOS a los mismos hombres, mujeres, acémilas, ovejas, ganado y animales así como IMPEDIR a los hombres PROCREAR y a las mujeres PREÑARSE, y que ni los hombres con sus esposas, ni las mujeres con sus esposos PUEDAN REALIZAR los actos conyugales, además de renegar con boca sacrílega aquella fe que recibieron en la sagrada recepción del bautismo.
En los procesos inquisitoriales desde el siglo XIII al XVIII, por ejemplo, cientos de presuntas brujas fueron enjuiciadas y condenadas por haber mostrado evidencias de haber tenido relaciones sexuales con íncubos. Del mismo modo, los hombres hacían descripciones de las noches en que tuvieron relaciones con hermosas súcubos [2].
Según la tradición medieval, al principio los demonios llevaban a cabo estas incursiones de colchón sin cuerpo visible. Pero se supone que a partir del siglo XI empezaron a materializarse para experimentar el placer sexual. Tomás de Aquino arguyó que tomaban prestado el cuerpo de personas vivas, aunque no llegó a explicar cómo se producían estas posesiones en préstamo. San Basilio estimó que los malignos estaban formados por “vapores condensados”. Y, a mediados del siglo XVII, el filósofo inglés Henry Moore apoyó esta tesis, atribuyendo la frialdad del pene de los íncubos (advertida por las víctimas), al ‘efecto de congelación’ necesario para materializar su cuerpo espiritual, aunque muchos refutaron esta hipótesis argumentando que la menor temperatura percibida era debida más bien a que los demonios poseían y reanimaban el cuerpo de personas que acababan de fallecer.
Los íncubos (del latín incubare: echarse encima de…) tienen su paralelo actualizado en los modernos casos de abducción, en los que los supuestos extraterrestres tienen una gran facultad de adaptación a los deseos secretos o inconscientes de sus víctimas humanas.
En las leyendas, la literatura y la historia también abundan evidencias de que la experiencia orgásmica ha sido utilizada ampliamente por Satanás para el cumplimiento de sus nefastos propósitos. Pero ¿existe alguna otra evidencia fuera de Génesis 6 de que esto haya ocurrido en la antigüedad?
Lilith
Permítanme ofrecerles una evidencia más. En un pasaje digno de atención, el profeta Isaías dice:
“Las fieras del desierto se encontrarán con las
hienas, y la cabra salvaje gritará a su compañero;
la lechuza también tendrá allí morada, y hallará
para sí reposo”. (Isaías 34:14)
El pasaje que es ya de por sí bastante críptico, se hace
todavía más oscuro por el hecho de que en el original hebreo la
palabra que se traduce por lechuza es Lilith, palabra que ha causado bastantes dificultades y controversia en su traducción. Aunque algunas traducciones modernas como la Nueva Versión Internacional prefieren traducir esta palabra como “criaturas nocturnas”, no deja de mantenernos en la oscuridad. Pero la mayoría de los académicos piensan hoy que la palabra está tomada (como he dicho arriba) del idioma asirio y hace referencia nada menos que a ¡los demonios femeninos de la noche! Hoy sabemos que en la mitología asiria Lilith era un demonio femenino y una súcubo que solía tener coito con los varones mientras estos dormían. El profeta Isaías no se detiene en explicar las andanzas sexuales de los sátiros y de Lilith, por ser de sobra conocidas por su público hebreo…
Sodoma y Gomorra
Deberíamos también volver a echar un vistazo a Génesis 9, donde se hacen referencias más directas a las relaciones fornicarias (ilegítimas) entre seres espirituales y seres humanos.  El pasaje cuenta que dos seres de naturaleza espiritual provenientes del cielo visitaron a Lot en la ciudad de Sodoma y le advirtieron de la inminente destrucción de la localidad.
Gén 13:13  Pero la gente [g1] de Sodoma era mala y pecadora en gran manera contra YHVH. 
[g1] Heb. ‘ish = hombre, pero indica ambos géneros.
Se nos dice también que la depravación y degradación de sus habitantes era tal que Dios había decidido matarlos a todos. La ciudad se había convertido en un pozo de asquerosa concupiscencia al grado que ‘resultaba ya insoportable’a las narices de Dios. Aun sigue siendo un misterio el que Lot (sobrino de Abraham) haya llegado a convertirse en un líder de la ciudad y a la vez haber permanecido siendo “justo”… Entre las prácticas malvadas de la ciudad se encontraba la sodomía –término que se deriva directamente del nombre de la ciudad–, es decir el concúbito entre personas del mismo sexo.
Gén 19:5 Y gritando a Lot, le dijeron: ¿Dónde están los varones que han venido a ti esta noche? ¡Sácalos para que los conozcamos! [c1]
[c1] Heb. vened’ah ‘otam. Esto es, en sentido de relación sexual.
Cuando los varones de la ciudad se enteraron de que los dos seres espirituales (ángeles fieles) habían llegado al pueblo, inmediatamente expresaron sus deseos lascivos, de modo que…
“…llamaron a Lot, y le dijeron: ‘¿Dónde están
los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos
para que los conozcamos”.
He allí el quid de mi tesis: Los sodomitas no solo sabían que los visitantes venían ‘de las estrellas’, sino que sabían que los hermosos seres descendidos del cielo (los extraterrestres) ¡gustaban de relacionarse sexualmente con seres “de carne extraña” a la suya! Por eso Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas…
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…son puestas como escarmiento, al sufrir el castigo de un fuego eterno, por haber practicado, como aquellos [los extraterrestres o “ángeles que no mantuvieron su posición de autoridad”], inmoralidad sexual y vicios contra la naturaleza” (Judas 7).
Así mismo Sodoma y Gomorra y las ciudades comarcanas, que de igual modo que estos se habían entregado a la fornicación, yéndose tras carne extraña, yacen para escarmiento sufriendo el castigo de un fuego eterno”. (Straubinger)
Vamos: la implicación es que no solo practicaban el pecado de la homosexualidad ¡sino que también tenían la costumbre de fornicar con ‘extraterrestres’!
Sexo con humanoides
Miles de reportes de la ufología contemporánea son una reproducción fiel de los eventos narrados en Génesis: humanos que son contactados y raptados por seres del espacio exterior al interior de sus vehículos. Cientos de estos reportes se encuentran ampliamente documentados, y no solo eso sino que algunos testigos- íctimas han proporcionado ecografías que demuestran que hubo embarazos reales, pese a su insistencia en no haber mantenido relaciones sexuales con ningún ser humano.
Conocemos en América Latina el impresionante caso de “Marlene”, joven de 36 años y víctima de unos inquietantes ‘sueños’ relacionados con la presencia de una entidad no humana. En 1999 fue sometida a una sesión de regresión hipnótica que permitió conocer detalles de acontecimientos que ya no recordaba. Cuando los médicos la estudiaron, ella presentaba quemaduras sobre la piel de sus costados con extrañas formas de ‘manos’ casi humanas. Lo peor de todo es que su metabolismo comienza a cambiar, se cansa con facilidad, sufre vómitos y mareos. El diagnóstico del médico: un embarazo confirmado de tres meses.
Cuando Marlene está considerando la alternativa del aborto, los ‘sueños’ vuelven: le siguen escenas de un quirófano súperiluminado, hemorragias, y un feto de enorme cabeza y brazos desproporcionadamente largos. A la mañana siguiente, Marlene se despierta empapada en sangre y encuentra que, en efecto, ha sufrido un aborto. El bebé simplemente ya no está…
El “síndrome del niño perdido”, como se ha denominado a la desaparición de los fetos, suele dejar profundas secuelas físicas y psicológicas sobre las víctimas. Algunas madres confiesan la sensación de que su hijo permanece vivo en algún lugar y de que, tarde o temprano, podrán volver a encontrarse con él.
La teoría Nefilim afirma que todo esto se trata de un riguroso programa de hibridación, cuyo producto es la raza llamada Nefilim. Creo que este programa de hibridación ha resultado ya en muchos tipos de Nefilim, aunque la meta pareciera ser la creación del humanoide perfecto: un tipo que pueda pasar por humano. Y realmente he llegado a creer no solo que ha habido varias etapas en el desarrollo del programa de hibridación y que pueden diferir en apariencia unos de otros, sino que muchos de ellos ya se encuentran en el proceso de tomar posesión de los lugares más estratégicos en las esferas del poder político, económico, militar y religioso; situación que les permitirá preparar el terreno para la manifestación final del “hombre de perdición” que traerá la última gran desgracia a la humanidad: el Anticristo
Nota de referencia:
El próximo nuevo orden mundial alienígena del Anticristo
Estamos llegando al final de nuestro recorrido histórico. Se que lo que hasta aquí ha sido expuesto representa un territorio poco conocido para la mayoría de los lectores, aun para los lectores bíblicos. Reconozco que el tema es tan extraño y grotesco que muchos de mis lectores tendrán que dar una especie de ‘salto de fe’ para poder aceptarlo. Pero créanme: lo aquí expuesto realmente sucedió, y lo que terminaré diciendo realmente sucederá. Espero haber expuesto el cúmulo de evidencia bíblica e histórica suficiente como para que el escéptico al menos considere la posibilidad de que mi tesis sea correcta.
Creo que nos acercamos a paso veloz al final de la historia como la conocemos, y que todos nosotros vamos a ser testigos de fenómenos que desafiarán nuestros conceptos y nuestras mentes finitas. Me parece que el retorno de los Nefilim es el siguiente paso en la agenda del mal en su meta por someter a la raza humana. Hay ciertas fuerzas y poderes en juego trabajando conjuntamente para la instauración de un nuevo orden mundial: la civilización del Anticristo. Todo parece indicar que esas fuerzas han vuelto a poner en movimiento la maquinaria del calendario profético que nos llevará directo al ‘fin del mundo’. Ya están aquí, y pienso que los Ovnis y sus tripulantes van a jugar un papel principal en el escenario del fin.
El apóstol Pablo indicaba que las batallas del mundo espiritual que hemos mencionado son “contra principados y potestades en las regiones celestes”. Y en estos tiempos estamos descubriendo una potente actividad de Satanás, los ángeles caídos y los demonios. Creo que la batalla que se reinició hace pocas décadas es, por un lado, mucho más antigua de lo que se imaginan muchos, y, por el otro, mucho mayor que la que podría darse contra las tecnologías procedentes de cualquier civilización alienígena. Creo que los Ovnis representan en realidad la actividad de estos demonios a cara descubierta en los tiempos finales que se avecinan. Y por raro que suene, creo que estamos asistiendo a la batalla final de los espíritus, de tal modo que pronto será necesario que cada uno de nosotros elija un bando en esta batalla o se sitúe del lado que quede vencedor.
Los Ovnis y el Anticristo
Los demonios están preparando la venida del Anticristo, y el mundo está a punto de experimentar lo que los estudiosos de la profecía bíblica denominan la ‘Gran Tribulación’. Se trata de un periodo de cuarenta y dos meses [Rev 13:5] en el que el Anticristo (la manifestación física del mismo Satanás) instaurará un imperio terrible a nivel mundial que sobrepasará cualquier antecedente histórico, mayor aun que el régimen Nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
[Rev 13:5] Y le fue dada una boca que hablaba grandezas y blasfemias, y le fue dada autoridad para actuar durante cuarenta y dos meses.
El Anticristo no será un dictador mundial al estilo de los que de cuando en cuando ha conocido el mundo. De hecho, será algo sin comparación histórica; algo con lo que la humanidad no se ha enfrentado nunca antes. Se trata de un futuro líder político de gran poder personal, intelectual, militar, político y económico: un mago-hechicero de gran carisma que capturará la lealtad de quienes no conocen la profecía acerca de él. Se convertirá en un verdadero mesías-salvador a quien el mundo confiará sus asuntos y de quien, efectivamente, obtendrá la solución a sus problemas. Según las profecías del Nuevo Testamento con respecto a este personaje malvado llamado “la Bestia”, demostrará poderes sobrenaturales originados en aquel que lo estará poseyendo por completo (Satanás), y estará respaldado por otro ser oscuro al que la Escritura llama “la otra bestia que habla como dragón” (Ver Apocalipsis 13).
Aquí es donde creo que entran en escena los Ovnis y el ‘programa extraterrestre’.
Como he dicho al principio de este trabajo, el mundo deberá estar predispuesto y acostumbrado a pensar en términos de lo novedoso y de lo extraño o sobrenatural. Deberá estar al borde del colapso civilizacional, a fin de que la propaganda acerca de la inminente irrupción ‘extraterrestre’ y de la incorrecta interpretación del fenómeno OVNI produzcan el clima espiritual propicio en la psique colectiva que facilite la aceptación de salvadores no humanos. ¿No es verdad, por ejemplo, que, aparte de los optimistas humanistas ingenuos del día de hoy, la mayoría de las personas informadas sobre la situación del planeta han perdido la esperanza de que algún ser humano sea capaz de resolver los innumerables problemas a que se enfrenta el mundo hoy?
Lo que yo veo en el futuro próximo son dos escenarios posibles con respecto a la relación entre el Anticristo y el asunto ‘extraterrestre’. Por un lado veo la altamente probable irrupción de un ‘superhombre’ surgiendo de lo que se supone sea alguna civilización extraterrestre más avanzada, dispuesta a ayudar a esta civilización ‘hermana’ de hombres incapaces de sobrevivir sin ayuda externa. Así, ese ‘superhombre’, líder de alguna ‘confederación cósmica de hermanos del espacio’, sería revelado como el salvador de la humanidad que los Ovnis traen consigo, y del cual habrían estado preparando su aceptación y entrada desde hace más de cincuenta años. El otro escenario posible sería el de un ser humano superinteligente y poderoso capaz de unificar las fuerzas políticas, militares y económicas internacionales en contra de alguna supuesta fuerza extraterrestre que amenace invadir nuestro planeta.
Esta aparentemente descabellada posibilidad fue respaldada por un personaje tan importante como el desaparecido ex presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, quien llegó a reconocer en la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 21 de septiembre de 1987 que:
En nuestras obsesiones con las enemistades del momento, a menudo olvidamos que debemos unirnos todos como miembros de la raza humana. En ocasiones pienso cuan rápidamente nuestras diferencias mundiales se desvanecerían si fuéramos enfrentados a la amenaza de una fuerza alienígena procedente de fuera de este mundo. [3]
Incluso, ya antes, en 1982, en una proyección privada para la Casa Blanca de la película “ET”, el presidente susurró al genial Steven Spielberg: “En esta sala se encuentran por lo menos seis personas que saben qué hay de verdad en tu película”.
La próxima y definitiva irrupción alienígena
Como fuere, creo que la observación de Ovnis, las abducciones humanas por ‘grises’ y demás fenómenos relacionados (contactos, agroglifos, aterrizajes, vacas mutiladas, etc.), irá en aumento hasta el extremo que la opinión pública supondrá que la abierta manifestación extraterrestre es inminente e inevitable. Por ejemplo, muchos de los llamados ‘contactados’ afirman haber recibido información privilegiada que asegura que los extraterrestres irrumpirán sobre la tierra en una forma tangible y visible cuando el mundo esté psicológicamente preparado. Por su parte, los ocultistas hablan del inminente retorno de los ‘maestros ascendidos’ que impulsarán el paso a una ‘Nueva Era de Oro’ de posibilidades infinitas.
Ahora bien, el que estos ‘extraterrestres’ se manifiesten al mundo como amistosos ‘hermanos cósmicos’ procedentes de una civilización estelar avanzada, ansiosos de ayudar a la humanidad en el establecimiento de un gobierno mundial de paz y armonía infinitas, o que se presenten a sí mismos como una raza alienígena depredadora contra quienes hay que unificar las fuerzas internacionales, es cosa que todavía queda por resolverse. Pero de lo que sí estoy seguro es que como sea, va a ser algo bien grande, bien impactante y perturbador. Al respecto, el eminente psicólogo suizo, Carl Jung, creía que los Ovnis pueden estar preparando al mundo para cambios importantes de paradigmas que sorprenderán a muchos que no se hallen preparados para ello.
Jacques Vallee [4] ha llegado a creer que toda la fenomenología Ovni no se trata más que de un ‘sistema de control’ cuya función consiste en ‘descongelar’ primero nuestros sistemas de creencias para programarlos después en conformidad a un ‘propósito más elevado’. Dice que así como los termostatos controlan la temperatura o como los giroscopios controlan la dirección del vuelo de un cohete, así el fenómeno Ovni, como fenómeno paranormal, está dedicado a controlar y condicionar las creencias humanas. Para él, pues, “los Ovnis son los medios por los que los conceptos humanos están siendo reestructurados” ([4], p. 200). Este sistema de control que Vallée discierne correctamente, realmente se trata de uno de los múltiples aspectos de lo que las Escrituras denominan “el mundo”, ese diversificado y milenario sistema de manipulación a cuya cabeza se encuentra el llamado “dios de este mundo”: Satanás (Ver 2ª Corintios 4:4).
[2Co 4:4]  en los cuales el dios [m1] de este mundo [m2] cegó las mentes de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria del Mesías, quien es imagen de Dios.
[m1] Esto es, el diablo g Luc_4:6; Jua_12:31; Jua_14:30; Jua_16:11; Efe_2:2
[m2] En cuanto al pasaje de 2ª Corintios 4:4, Pember [5] ha señalado que el significado de la palabra “mundo” que ahí se usa, es ambiguo, pues aunque la connotación original de la palabra griega (cosmos) puede ser limitada solo a nuestro planeta y sus habitantes, también puede ser ampliada a la totalidad del universo, y que cuando el término es aplicado a la esfera de poder del Adversario, bien podría comprender todas las esferas de nuestro Sistema Solar. Dice también que sobre la base de los reportes de la astronáutica que describe la superficie lunar (y de otros planetas como Marte, añadiría yo) como un sitio árido y desprovisto de vida, bien podría ser que el poder e influencia de Satanás se extienda hasta los cuerpos celestes cercanos a nuestro planeta.
Con respecto a esta transformación de la conciencia humana inducida por el fenómeno OVNI, John Weldon [6] cree que los millares de avistamientos de Ovnis representan un aspecto del plan final en la agenda extraterrestre, ya que son parte de un plan para empujar a secciones significativas de una cultura entera a la aceptación del ocultismo (como sistema de explicaciones) o a su participación en ello, y a una alteración colectiva de la visión del mundo; todo en preparación necesaria de los sucesos que enmarcarán la venida del Anticristo.
Los ‘alienígenas’ están acelerando su misión. Saben que su tiempo es corto. El apóstol Pablo dice que…
El malvado vendrá, por obra de Satanás, con
toda clase de milagros, señales y prodigios
falsos. Con toda perversidad engañará a los que
se pierden por haberse negado a amar la verdad
y así ser salvos. Por eso Dios permite que, por
el poder del engaño, crean en la mentira. Así
serán condenados todos los que no creyeron en
la verdad sino que se deleitaron en el mal” (2ª
Tesalonicenses 2:9-12. NVI).
Para mí esto no significa otra cosa que la aparición de los Ovnis y sus supuestos ocupantes están sentando el escenario del ‘malvado’: el Anticristo. La historia terminará en algún punto. La progresión lineal de la historia, como la conocemos, llegará a su fin y el Mesías verdadero retornará para gobernar al mundo por mil años desde Jerusalén. Entonces el mal terminará, pero antes de que lo haga, el Hombre de Iniquidad se levantará con gran poder, y realizará falsos milagros que engañarán a muchos. Esto es lo que algunos llaman “El Gran Engaño”.
Nichols y Alexander [7] han apuntado que no resulta difícil hacer un esquema del futuro próximo en el que los gobiernos del mundo harán contacto con entidades supuestamente extraterrestres para recibir de ellas instrucciones acerca de cómo llevar los asuntos de este mundo. Dicen que no debiera sorprendernos en absoluto que Jesucristo no sea mencionado según su verdadero carácter bíblico por tales entidades, y que tampoco debiera sorprendernos que ni siquiera sea mencionado en absoluto.
El dios del Anticristo
La causa que subyace al fenómeno OVNI, las abducciones y demás fenómenos paranormales, son más malignas de lo que suponen los actuales divulgadores y comentaristas del fenómeno. La Escritura advierte que el periodo de siete años denominado el “Fin del mundo” comenzará oficialmente cuando la nación de Israel firme un tratado de paz con la cabeza del gobierno de la Europa unificada (Daniel 9:27), lo cual le permitirá reconstruir el antiguo templo y reiniciar el antiguo culto judío basado en el sistema sacrificial.
Dan 9:27  Y por otra semana confirmará el pacto con muchos. A la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después, con la muchedumbre de las abominaciones, vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador. 
El hombre que llevará a la nación judía a firmar este tratado será considerado por los líderes religiosos judíos como el largamente esperado Mesías del Antiguo Testamento.  Pensando solo en su propia conveniencia político-económica, Israel entrará en el “pacto con la muerte” con este hombre, creyendo una vez más –como lo hizo erróneamente en la antigüedad– que este poderoso líder sí será su amigo, y que podrá protegerlo de sus enemigos.
Durante los primeros 42 meses (tres años y medio) la nación de Israel vivirá en relativa seguridad debido a la atractiva (pero inicua) alianza que habrá hecho con el líder más poderoso que el mundo haya conocido jamás.
Pero cuidadosas investigaciones de los textos relacionados con la naturaleza y verdadera identidad del Anticristo, nos revelan su misteriosa conexión con el fenómeno alienígena. Daniel 11 describe al Anticristo en los siguientes términos una vez que ha establecido su reino mundial:
El rey hará lo que mejor le parezca. Se exaltará a sí mismo, se creerá superior a todos los dioses, y dirá cosas del Dios de dioses que nadie antes se atrevió a decir. [...] Este rey no tomará en cuenta a los dioses de sus antepasados, ni al dios que adoran las mujeres, ni a ningún otro dios, sino que se exaltará a sí mismo por encima de todos ellos. En su lugar adorará al dios de las fortalezas; honrará a un dios que sus antepasados no conocieron y le presentará costosas ofrendas de oro, plata y piedras preciosas. Con la ayuda de un dios extraño atacará las fortalezas más poderosas, y rendirá grandes honores a aquellos que lo reconozcan…” (Daniel 11:36-39. NVI. Énfasis mío).
Este ‘dios extraño’ (literalmente ‘dios alienígena’) es el Baalhazor, el “dios de las fortalezas”, el cual nos provee la conexión entre el antiguo dios Baal y el dios del Anticristo. Baal era señor del cielo y de la guerra. A Baal se le dieron muchos títulos que se añadieron como terminaciones de su nombre. Algunos ejemplos hallados en las Escrituras son Baalbemoth, ‘señor de los lugares altos’, Baalzebub [b1], ‘señor de los que vuelan’ (la terminación zebub es un verbo hebreo que significa ‘revolotear rápidamente de un lado a otro’). Baal es identificado como Satanás mismo en pasajes como Mateo 10:25; Marcos 3:22, y Lucas 11:15.
[b1] Beelzebúl. Designación aplicada tanto por Jesús como por sus opositores al príncipe de los demonios gMat_10:25; Mat_12:24, Mat_12:27; Mar_3:22; Luc_11:15, Luc_11:18-19. La VUL (Vulgata Latina) registra Beelzebub en clara referencia al ídolo filisteo Baal-zebub mencionado en 2Re_1:2. Sin embargo, la conexión no es muy clara, y probablemente no es sino un esfuerzo por explicar la verdadera etimología y significado de un término obscuro, que no se repite en ninguna fuente anterior o contemporánea. En el ugarítico, zbl significa príncipe y ciertamente ocurre en algunos antiguos registros para designar al dios Baal. Sin embargo, en el hebreo post-bíblico (también en sirio y árabe) hallamos zbl con el significado estiércol, y el Talmud registra la palabra zibbul con la connotación de estercoladura (acción y efecto de estercolar). Si esto es así, es posible inferir entonces que el nombre Beelzebul (Baal-zibbul) posea el significado ambivalente de dominus stercoris (señor del estiércol) y defoecator (defecador).
El Anticristo honrará, pues, a Satanás, llamado Baal, ‘dios de las fortalezas’, ‘señor de los lugares altos’, ‘señor de aquellos que revolotean rápidamente de un lado a otro’, ‘príncipe del poder del aire’, y, obviamente, ‘príncipe de los poderes que subyacen a los objetos que vuelan en las regiones celestiales y de nuestra atmósfera: los Ovnis’.
De manera sorprendente, la Biblia nos explica dónde radica Satanás de manera cotidiana, y lo conecta con las fuerzas que pululan en la atmósfera:
“Porque nuestra lucha no es contra seres humanos (carne y sangre), sino contra poderes que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales” (Efesios 6:12).
Así pues, Satanás es llamado “el príncipe de la potestad del aire” (Efesios 2:2. RV) o “príncipe de la autoridad del aire” (Straubinger). La confederación de ángeles rebeldes está asentada en los cielos atmosféricos y, con toda probabilidad, en los planetas más cercanos al nuestro en la sección interior de nuestro Sistema Solar. El mismo rey hebreo David reconoció esto cuando escribió bajo la inspiración del Espíritu de Dios lo siguiente:
“¿Quién en los cielos es comparable al SEÑOR? ¿Quién como él entre los seres celestiales?” (Salmo 89:6.NVI)
De dónde vendrá el dios del Anticristo
La Biblia describe a Satanás (más comúnmente llamado Lucifer), como alguien que originalmente residía en el cielo. ¿En qué parte del cielo vivía Satanás/Lucifer, y qué sucedió con esos lugares celestiales de su antigua habitación? Una investigación profunda nos muestra que Satanás (o Lucifer), vivía en un sitio literalmente físico en los cielos del espacio exterior, el cual, una vez que fue destruido, dio lugar al conocido cinturón de asteroides y cometas que rodean el Sol en una órbita entre Marte y Júpiter.
La teoría más aceptada acerca del origen del mencionado cinturón de asteroides es la llamada “teoría del planeta fallido”, la cual afirma que durante el inicio de la formación del Sistema Solar, un planeta (que los astrónomos llaman Astera) se había comenzado a formar en el lugar que ahora ocupa el cinturón. Sin embargo, debido a su insuficiente masa y a la influencia gravitatoria de Júpiter, terminó fragmentándose.
Hoy podemos decir que esta teoría no puede ser correcta debido a que ha llegado a ser obvio que tanto el planeta Marte como el planeta ‘fallido’ alguna vez habían tenido océanos y atmósferas [ref1].
[ref1] En la edición de octubre de 1987 de la Science magazine, D. P. Cruikshank y R. H. Brown hicieron un reporte muy interesante. Habían descubierto compuestos orgánicos en tres asteroides del cinturón: Murray, 103 Electra y Orguiel. Utilizando técnicas de análisis espectral de la luz emitida por estos tres asteroides, Cruikshank y Brown detectaron incluso la presencia de aminoácidos. Aun más impactante, había “productos de alteración acuosa”, es decir barro, lo cual sugería que su planeta de origen alguna vez había estado sumergido en agua. Si los asteroides efectivamente contenían sedimentos, éstos no habrían podido ser depositados sin el flujo de grandes cantidades de agua líquida por largos periodos de tiempo. Esto también exigía una fuerza gravitatoria lo suficientemente fuerte como para mantener una densa atmósfera propia, la cual a su vez pudiera producir una climatología especial y procesos de erosión. La evidencia encontrada sobre los tres asteroides solo podía llevar a una conclusión: el planeta de donde procedían debió haber tenido océanos y atmósfera.
Los asteroides del ‘planeta fallido’ no son sino las ruinas de una catástrofe de proporciones épicas…
‘Rocas de fuego’
A la luz de nuestros conocimientos actuales acerca del agua que ha sido hallada en los polos lunares y la confirmación de la presencia de agua en Europa (satélite marciano), ¿debiera sonarnos descabellada la teoría de que Marte alguna vez fuera habitable gracias a su atmósfera y océanos? ¿No es verdad que el reciente anuncio de microorganismos hallados en rocas marcianasal menos sugiere la posibilidad de que algún tipo de vida se halla desarrollado abundantemente hace mucho tiempo, antes de que algún cataclismo lo hubiera destruido?
Por sorprendente que parezca, existen numerosos pasajes bíblicos que hacen referencia a planetas habitables, en particular al planeta que los astrónomos llaman Astra, es decir el que debió haber ocupado el verdadero quinto lugar del Sistema Solar empezando a contar desde Mercurio. Estos planetas cercanos a la Tierra, que las Escrituras llaman “piedras de fuego”, alguna vez no solo fueron capaces de sostener formas de vida sino que en efecto fueron el asiento de civilizaciones más grandes de lo que podamos imaginar [ref2].
[ref2] En el Museo Estatal de Berlín se conserva una llamativa tablilla sumeria de unos 5,000 años de antigüedad que, curiosamente, parece representar un sistema solar. En la pieza aparecen tallados once satelitales situados en torno a un círculo central más grande, que, a juzgar por los ‘rayos’ que de él emanan, parece representar al Sol. Si suponemos que los cuerpos que rodean a este ‘Sol’ tienen el fin de representar a los planetas de nuestro Sistema Solar, la presencia en la tablilla de los planetas no visibles a simple vista ya supondría un misterioso problema muy difícil de descifrar por los medios corrientes, pues se debe recordar que, oficialmente, los sumerios desconocían la existencia de Neptuno, Urano y Plutón, descubiertos en los pasados siglos XIX y XX. El enigma no termina ahí, pues junto al ‘Sol’, la Luna y los nueve planetas que conocemos, la tablilla muestra un cuerpo extra: lo que parece ser un décimo planeta. ¿Se trata del perdido planeta ‘X’ que algunos astrónomos modernos han incluido en sus sistemas de hipótesis de trabajo acerca del Sistema Solar? Al menos el escritor Zecharia Sitchin así lo cree. En su obra, Sitchin (2002) incluso le da nombre al astro: Nibiru, el mismo nombre que le otorga la mitología sumeria. Según este sabio, la tablilla en cuestión se encontraría representando la estructura de nuestro sistema planetario poco tiempo después de su creación, y explicaría un evento cósmico de carácter catastrófico. Nibiru, un planeta con una órbita excéntrica que tardaría 3600 años en completar una vuelta alrededor del Sol, habría cruzado el Sistema Solar colapsándose contra y causando la destrucción de un planeta antiguamente ubicado entre Marte y Júpiter, Tiamat, que no aparece representado. Los restos más grandes del despedazado Tiamat habrían dado lugar a nuestro satélite, la Luna, mientras los pequeños formaron el actual cinturón de asteroides existente entre los mencionados planetas. Nibiru –siempre según la interpretación de Sitchin– sería un planeta habitado por una civilización extraterrestre cuya raza, los Annunaki –literalmente ‘los descendidos del cielo a la Tierra’–, visitaron nuestro planeta por primera vez hace cerca de medio millón de años y crearon a la raza humana (Homo sapiens) manipulando genéticamente a hombres primitivos para que les sirvieran.
Nota: revisando una investigación de un ‘experto’ en lenguas semíticas (Mike Heiser) y en efecto, el dice que el 12avo planeta NO ES UN SOL, sino que un planeta (una estrella): http://www.sitchiniswrong.com/VA243seal.pdf. Es una estrella, y por lo tanto denota una estrella, un dios, o un solo planeta. Esta no es mi opinión, es la convención sumerio-arte mesopotámico.
El escritor e investigador Richard Hoagland se ha referido varias veces a la teoría de que las rocas espaciales que ahora conocemos como cometas, son en realidad el resultado de una catástrofe planetaria. Hoagland ha mencionado también que los cometas verdaderamente pueden hacer su papel de “aves de mal agüero” si llegan a volatilizarse, romperse o desviar las órbitas de los asteroides en su paso. Pero aun más significativamente, estos trozos cósmicos de lodo y hielo nos llevan a pensar antes que nada en su verdadero origen: el evento cataclísmico que los causó. Por inverosímil que suene, hoy contamos con evidencia de que un planeta del Sistema Solar simplemente explotó. Los científicos que respaldan la teoría del planeta faltante, sin embargo, no saben bien a bien el motivo de esta catástrofe. Lo que veremos en seguida son las evidencias escriturales de lo que verdaderamente ocurrió.
29-03-2013 13-17-30
Satanás: La ‘estrella de la mañana’
La gran mayoría de las personas que saben algo sobre el diablo, creen que “Lucifer” es el nombre verdadero de aquel querubín que eventualmente se convertiría en Satanás. Sin embargo, la errónea traducción “Lucifer” se encuentra en un único pasaje de la Biblia: Isaías 14:12, y solo en traducciones viejas como la Vulgata Latina o la King James Version (KJV). Comparemos, por ejemplo, con la interlineal la traducción que hace la KJV de este pasaje de Isaías:
“How art thou fallen from heaven, O Lucifer, son of the morning! How art thou cut down to the ground, which didst weaken the nations!” (KJV) [kvj]
“O shining star, son of morning, how you have fallen from the heavens [...] For you said in your heart, I will go up to the heavens; I will raise my throne above the stars of God, and I will sit in the mount of meeting in the sides of the north[...] I will be compared to the most high” (HENDRICKSEN. Énfasis mío). [hen]
[kvj] “¡Cómo has caído del cielo, oh Lucifer, hijo de la mañana! ¡Cómo fuiste
cortado por tierra, tú que debilitabas a las naciones!”
[hen] Oh estrella reluciente, hijo de la mañana, como has caído desde los cielos [...] Por que dijiste en tu corazón, subiré a los cielos; levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios, y me sentaré en el monte de la congregación a los lados del norte [...] y seré comparado con el altísimo”. (Biblia Hebrea Interlinear de Hendricksen)
Esta mala interpretación ha llevado a algunos a concluir que Lucifer es una entidad diferente a Satanás. Al menos la mala traducción de esta palabra por parte de la KJV agrega confusión dada la asociación mental entre Venus/Lucifer/Estrella de la mañana. Sin embargo, el original hebreo deja claro que la palabra ‘Lucifer’ no es la mejor de las traducciones. ‘Lucifer/Lucero’ claramente no es lo que este pasaje intenta decir. Desafortunadamente, la Biblia Hebrea Interlineal de Hendricksen traduce la frase también de manera errónea: “Oh estrella reluciente”. La palabra hebrea original es ha-lale, y no significa ‘estrella’ sino ‘sonido claro, brillante o alegre’ (de ahí su relación con el vocablo haleluya: ‘alabad a Jehová’), aunque también denota simplemente la idea de ‘colores brillantes o relucientes’ y, muy apropiadamente, la idea de ‘jactanciosidad’ y ‘orgullo’. Entonces, si la idea que intentaba dar el hebreo original era la de ‘estrella’, la palabra que debió haber sido usada erakochob: ‘objeto redondo y rodante’.
Por su parte, la frase “hijo de la mañana” debería ser leída: “hijo del amanecer”, refiriéndose a lo ‘temprano’, a ‘lo primero de algo’ Zsabemos, por ejemplo, que Dios creo a los ángeles al principio de toda su creación. Así pues, una traducción más precisa del hebreo debería ser: “…Oh, claro sonido, orgulloso hijo de los primeros…”, lo cual describiría a este ángel rebelde que fue arrojado de los cielos por Dios, su creador. Lo que pasa es que Satanás no es la única ‘estrella de la mañana’ mencionada en el Antiguo Testamento. Otros pasajes describen a los ángeles como ‘hijos del amanecer’ en el sentido de ‘los primeros hijos de la creación’:
Por ejemplo, Dios cuestionó a Job desde la tempestad diciéndole:
“¿Dónde estabas cuando puse las bases de la tierra? ¡Dímelo si de veras sabes tanto! [...] ¿Sobre qué están puestos sus cimientos, o quién puso su piedra angular mientras cantaban a coro las estrellas matutinas y todos los ángeles gritaban de alegría?” (Job 38:4-7.NVI).
Dios creó a los ángeles antes de ordenar a los mundos venir a la existencia. Dios es conocido en la Biblia como el ‘Señor de las huestes’:
“El señorío y el temor están con él; El hace paz en sus alturas. ¿Tienen sus ejércitos número? ¿Sobre quién no está su luz?” (Job 25:2-3. RV. Ver también Salmo 148).
Satanás, el más grande de los ángeles de Dios, era la ‘medida de la perfección’ y belleza de toda la creación. Su naturaleza reflejaba la misma gloria y la palabra de Dios. Pero algo malo pasó:
“Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el monte de Dios, allí estuviste;en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad” (Ezequiel 28:14-15. RV. Énfasis mío).
Si lee usted el texto completo, se dará cuenta que la profecía de Ezequiel está dirigida al ‘rey de la roca’ (Tiro), un ‘querubín elegido’ que es descrito como alguien capaz de ‘pasear en medio de las piedras de fuego’, que literalmente se dice: ‘en medio o entre las rocas de construcción (eh-ben) o rocas de fuego’.
¿‘Rocas de construcción’?
¿Qué son esas ‘rocas’ que el más grande de los ángeles podía ir de arriba a abajo dentro de su vastedad? La respuesta está en el cielo nocturno. En él podemos ver a simple vista las ‘rocas de construcción’ de Dios reflejando la luz del Sol: los planetas.
Antes de la creación de Adán, las civilizaciones de ángeles existían en aquellos planetas del Sistema Solar que eran habitables. A través de las Escrituras hay referencias eventuales a los primeros lugares de habitación de algunos de los antiguos ‘hijos de Dios’. Este autor cree que los ángeles construyeron sus habitaciones sobre la Tierra, Marte, ‘Astera’ (el que era el quinto planeta), la Luna, etc. Otra vez Ezequiel nos dice que…
“Por la abundancia de tu comercio, te llenaste de violencia, y pecaste. Por esote expulsé del monte de Dios, como un objeto profano. A ti, querubín protector, te borré de entre las piedras de fuego” (Ezequiel 28:6. NVI. Énfasis mío).
Rebelión y caída de Satanás
Cuando Satanás se rebeló, Dios lo echó como algo profano de las alturas de los cielos. Debido a su rebelión, Satanás fue ‘borrado de entre las piedras de fuego’, es decir los planetas, donde él había estado reinando sobre reinos literalmente materiales. El día de hoy aun pueden ser halladas evidencias de ello sobre la superficie marciana, y el llamado “cinturón de asteroides”, entre Marte y Júpiter, es la evidencia de que una civilización de poderosos bene ha-elohimfue destruida completamente en un muy remoto pasado.


Heb 13:2  No olvidéis la hospitalidad, porque por medio de ésta algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. [Gén_18:1-8; Gén_19:1-3.] (BTX, Énfasis mío)
Cuando Satanás y sus ángeles se rebelaron, Dios destruyó sus literales lugares de habitación. De acuerdo con la Escritura, esta destrucción fue rápida y decisiva. Tan es así, que el quinto planeta habitable, al cual la Biblia llamaRahab (‘orgullo’, ‘vanidad’), fue tachado del mapa del Sistema Solar.
Dios trajo una destrucción sobre las cabezas de sus rebeldes ‘hijos’, los ‘vigilantes’, los cuales tenían como misión custodiar y ayudar a la raza humana en su desarrollo civilizacional. El poder que usó tuvo unas proporciones inimaginables. Estamos hablando de la destrucción de al menos un planeta entero. En el pasaje de Job 26:11-13, Satanás es veladamente descrito como una serpiente que huye del juicio de Dios.
Job 26:11-13 Los pilares de los cielos se estremecen, Y quedan atónitos ante su reprensión. Aquieta el mar con su poder, Y con su inteligencia lo hiere en su arrogancia. Su Espíritu hermoseó los cielos, Y su mano traspasó la serpiente tortuosa. (BTX3, Énfasis mío).
Dios hizo caer un fuego en medio del mismo centro de su gran reino planetario. El planeta ‘Rahab’ explotó literalmente enviando pedazos de sí mismo al campo gravitacional de los llamados ‘planetas interiores’. Los asteroides impactaron como lluvia la superficie de Marte, y los océanos y la atmósfera del planeta rojo fueron expulsados al espacio exterior para nunca más volver. Sobre la superficie terrestre tuvieron lugar una serie de catástrofes del mismo género: la destrucción de ciudades levantadas sobre la Tierra miles de años antes de que apareciera el ser humano. Y en torno a esta desgracia, el profeta Jeremías tuvo la siguiente visión:
Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré, y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido. Miré, y he aquí el campo fértil era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jehová, delante del ardor de su ira. Porque así dijo Jehová: ‘Toda la tierra será asolada; pero no la destruiré del todo’.” (Jeremías 4:23-27. RV. Énfasis mío).
Jeremías estaba viendo en las eras anteriores de la creación de Adán y está describiendo la destrucción de la Tierra. Dice que aun ’no había hombre’ (es decir, descendientes de Adán), no obstante ya había ciudades que fueron destruidas por la ira de Dios. ¿Quiénes vivían en esas ciudades, entonces? Nada menos que las huestes de los poderosos bene ha-Elohim, los ‘hijos de Dios’ que vivían en la Tierra antes de su rebelión.
Al tener acceso al original hebreo, nos damos cuenta que las palabras que en el verso 23 de Jeremías 4 se traducen por ‘asolada’ y ‘vacía’ (tohu y bohu) son las mismas que se encuentran en el pasaje inicial de Génesis 1:2, donde dice que “la tierra estaba desordenada y vacía”. La gran mayoría de los académicos cristianos creen que Génesis 1:2 quiere decir que la Tierra fue creada originalmente en un estado de imperfección.  Pero Génesis 1:1 deja establecida la realidad del estado original de la creación: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”.  La siguiente frase, “y la tierra estaba desordenada y vacía”, se encuentra traducida erróneamente en la mayoría de las versiones conocidas, que deberían decir: ‘y la tierra se volvió desordenada y vacía’. [des]
[des] Ver PEMBER, G. H. [5]. Op. Cit. El verbo que traduce “estaba” es usado ocasionalmente con un acusativo simple en el sentido de ‘ser hecho’ o ‘volverse’.
Si el lector lo piensa bien, estará de acuerdo en que no hay bases bíblicas para creer que de origen Dios crea algo sumido en la confusión y la desolación (o ‘en el desorden y el vacío’). Entiendo que Dios es el Creador del orden. Es Satanás quien corrompe lo que Dios crea en perfección original. La rebelión de Satanás arrastró a la creación a un estado de corrupción, después de haber gozado una gloriosa perfección.  Afortunadamente, aunque la creación…
“…fue sometida a la frustración, esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firma esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza…” (Romanos 8:20. NVI).
Dios usa la rebelión angelical para demostrar Su justicia y Su misericordia, así como Su omnisciencia a través de la historia. Este deseo algún día alcanzará a toda la creación cuando su plan de redención culmine exitosamente. Entonces, todos esos ángeles rebeldes que se cruzaron con los seres humanos pronto serán juzgados y recibirán su justo castigo (1ª Pedro 1:10-12).
Rahab es hecho pedazos
La verdad mostrada en las Escrituras es que ‘por su sabiduría los cielos eran hermosos’, después llegó la rebelión, y con ella la corrupción y la muerte. El salmista inspirado dice de Dios:
Tú quebraste a Rahab [el planeta entre Marte y Júpiter] como a herido de muerte; con tu brazo poderoso esparciste a tus enemigos. (Salmo 89:10).
Después de que el reino de Satanás fuera devastado, muchos de los ángeles rebeldes fueron aprisionados hasta el día de su juicio, en el futuro lejano, cuando Dios los reunirá y les condenará eternamente. Otras secciones de estos ángeles en rebeldía continuaron existiendo con una habilidad para viajar en la atmósfera y aun fuera de ella hacia el espacio exterior y aun entre los planetas –las ‘rocas de fuego’. El Libro de Enoc describe esta escena de cautiverio en las siguientes palabras:
“Vi columnas de fuego que descendían y cuya altura y profundidad eran inconmensurables.  Más allá de ese remolino, vi un lugar sobre el que no se extendía el firmamento de los cielos, bajo el cual no había tampoco cimientos de la tierra; sobre el que no había ni agua ni pájaros, sino que ese lugar era desierto y terrible. Allí vi siete estrellas parecidas a grandes montañas, que ardían. El ángel [que me acompañaba] me dijo: ‘Este lugar es el fin del cielo y de la tierra; es la prisión de las estrellas y de los poderes del cielo. Las estrellas que ruedan sobre el fuego son las que han transgredido el mandamiento del Señor, desde su nacimiento porque no han llegado a su tiempo. Él se irritó y las ha encadenado hasta el tiempo de la consumación de su pecado, en el año del misterio” (Enoc 18:13-16. Énfasis mío).
El Nuevo Testamento afirma por su parte que los ángeles capturados después de esta rebelión (y quizás también los que lo fueron después del Diluvio) fueron echados en ‘prisiones de oscuridad’:
“Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos alinfierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio” (2ª Pedro 2:4. RV. Énfasis mío).
Prisioneros de la oscuridad
¿Dónde se encuentran estas ‘prisiones de oscuridad’ (‘tenebrosas cavernas’, según la NVI)? ¿Dónde está este ‘infierno’ (‘Tártaro’, de Tartarosas)? Este es el único pasaje en toda la Biblia en el que se usa la palabra ‘Tártaro’. Todas las demás referencias al ‘infierno’ en el Nuevo Testamento traducen la palabra griega Hades (literalmente ‘el mundo de abajo’) [inf1], el ‘reino de los muertos’, o la hebrea Gae’hinnóm (Géhenna, en griego’). [inf2]
[inf1] El correspondiente término hebreo sche’ohl (Seol) aparece sesenta y cinco veces en las Escrituras hebreas (Antiguo Testamento). En la revisión de 1909 de la Reina-Valera se traduce “infierno”, “sepulcro”, “sepultura”, “abismo”, “profundidad”, “huesa”, “fosa” y “hoyo”, y es sinónimo del término hebreo Géhenna.
[inf2] El vocablo griego traducido en Marcos 9:47 como “infierno” es GÉ.HEN.NA, un término procedente de las voces hebreas Gai Ben Hinnom, o Gai Hinnom, es decir, “Valle del hijo de Hinón”, o simplemente “Valle de Hinón”, y se refiere en realidad al antiguo incinerador de basura situado en la cañada o barranco en las afueras de la muralla sudoeste de la antigua Jerusalén. Para un estudio más exhaustivo de los conceptos de Infierno y Lago de Fuego, consultar mi ensayo: Hernández, A. (2010): Un enfoque bíblico sobre la naturaleza del infierno y el lago de fuego. [The UCLi Press: Cuernavaca]. Solicite un ejemplar gratuito en formato pdf a este autor, o descárguelo de: http://es.scribd.com/doc/28966085/La-segunda-muerte-Unenfoque-biblico-sobre-la-naturaleza-del-infierno-y-el-lago-de-fuego-Armando-H-Toledo
Así, los ‘Vigilantes’ rebeldes se encuentran en el ‘Tártaro’, justo debajo de nuestros pies, en un lugar bien profundo de la Tierra en ‘prisiones oscuras’ esperando el día de su juicio. Y el lector no debiera sorprenderse de las historias que se cuentan acerca de ciertos sonidos extraños que emanan del interior de la Tierra.
Hace pocos años, por ejemplo, se escuchaba un testimonio que entonces parecía una tomada de pelo, pero que hoy en día tendríamos que reevaluar. De acuerdo con un reporte, ciertos geólogos rusos penetraron la corteza terrestre mediante un profundísimo hoyo que se introducía varios kilómetros. Debido a la naturaleza de la obra, había necesidad de usar sensores y micrófonos. Pero jamás se imaginaron lo que quedaría registrado en sus cintas. Su sangre se les heló al escuchar los más terribles gritos de lamento y agonía de voces de personas… Recientemente, yo mismo he escuchado la que se supone es la grabación original, y es de lo más aterradora: una cinta que se ha publicado en la Internet que registra una multitud incontable de gritos y lamentos en idiomas imposibles de entender, fruto de la última perforación inmensamente profunda que se ha hecho a la fecha.
El significado profético de la exploración de Marte
Hacia el mes de julio de 1976, la comunidad astronómica internacional esperaba las primeras fotografías que de Marte serían tomadas y enviadas de regreso a la Tierra por la sonda espacial Vikingo I. Lo que nadie podía imaginar era la información gráfica que tales fotografías traían. Lo que allí aparecía era demasiado inquietante y desestabilizador. Eran imágenes procedentes de la región conocida como Sidonia Mensae, a unos 40 grados al norte del ecuador marciano. Una toma en particular, con código de identificación 35A72 (es decir, la foto 35 de la nave A, la Vikingo I, durante su órbita número 72), mostraba nada menos que un vasto conjunto de cuerpos de apariencia artificial entre los que se destacaba una formación rocosa semejante a un rostro humano completo, con ojos, nariz, boca y línea del cabello. La estructura, que parece mirar al cielo infinito mide, en diagonal, alrededor de un kilómetro y medio. Se acababa de inaugurar la era del misterio marciano…
Las pirámides de nuestro vecino rojo
En 1979, Vincent DiPietro, un ingeniero eléctrico especializado en procesamiento de imágenes (que para entonces trabajaba para la NASA), y su amigo Gregory Molenaar, (técnico en computadoras, también bajo contrato por la NASA), se sorprendieron de estas imágenes y pensaron si, quizás, aumentando la resolución de las mismas, podrían determinar si efectivamente se trataba de un rostro de hechura artificial o solo un fenómeno orográfico que daba la apariencia de uno. Debido a que los recursos técnicos con los que contaban para entonces no les permitió detallar más la imagen, ellos mismos tuvieron que desarrollar un programa de computadora especial que les permitió delinear todos los píxeles hasta lograr mejorar el contraste de otra toma, la 70A13. Allí, cerca de donde volvía a aparecer la misma estructura en forma de cara pero desde un ángulo diferente, aparecía una línea de cerros en forma de pirámides entre los cuales destacaba uno: un objeto con la forma de una pirámide de cinco lados.
29-03-2013 15-33-05
Sus lados estaban dispuestos en ángulos de 30 grados, a unas 10 millas al sur del ‘rostro’ (curiosamente 1/360 del diámetro polar marciano), con una altura aproximada de 800 metros y un diámetro de casi tres kilómetros. Esta estructura llegaría a ser conocida como la pirámide D&M, dados los nombres de los dos investigadores. DiPietro y Molenaar llegaron a creer que esas dos estructuras, tan cercanas la una a la otra, no eran el fruto de la erosión o trucos de cámara, sino que eran estructuras artificiales, presumiblemente erigidas por alguna antiquísima civilización marciana.
El principal promotor de los descubrimientos de DiPietro y Molenaar fue el escritor científico Richard C. Hoagland, quien se involucró en el debate marciano en 1983. Desde entonces, Hoagland (con intachables credenciales científicas) se ha convertido en el principal abogado de la presencia de estructuras artificiales en el Planeta Rojo y principal fuente de información en torno al ‘Rostro’ y demás estructuras.
¿Qué hubo en Marte?
Si las estructuras marcianas son verdaderamente artificiales, la pregunta forzosa es ¿quién las construyó? Picknett y Prince [8] piensan que, al parecer, solo existen tres posibles respuestas:
1. Fueron construidas, efectivamente, por alguna antigua civilización marciana, barrida quizás por alguna catástrofe natural, como la producida por el choque de un cometa o de un meteoro [9].
2. Son el producto de una civilización extraterrestre proveniente de algún otro punto del universo, que incluso habría visitado la Tierra. [t1]
3. Son la obra de una civilización avanzada que se originó aquí en la Tierra y llegó a viajar a Marte.
[t1] Ver SITCHIN (1978), Op. Cit.; ALFORD, Alan, F. (1996): Gods of the New Mellennium: Scientific Proff of Flesh and Blood Gods. [Eridu Books: Walsall], y DÄNIKEN, Erich von (1999): Chariots of the Gods. [Berkley Publishing Group: New York]. Esta escuela de pensamiento, a la que algunos han dado en llamar “Paleocontactología”, interpreta los mitos del mundo antiguo como memorias romantizadas de encuentros con seres extraterrestres y su tecnología. Los ‘dioses’ no serían otra cosa que entidades biológicas que desarrollaron una civilización avanzada de viajes interplanetarios. También intenta explicar las anomalías de la tecnología antigua (tales como las pirámides) como el resultado de tales contactos: http://www.youtube.com/watch?v=lKU9G5mnze8
Hoagland [10] está firmemente convencido de que los monumentos de Sidonia fueron construidos por una civilización ajena a nuestro Sistema Solar, que también visitó la Tierra en el pasado más remoto, y ha calculado que la edad del ‘Rostro’ es de mucho más de medio millón de años.
Las teorías de Hoagland tienen una implicación más. Él cree que estas estructuras no solo pueden ser atribuidas a seres venidos de más allá del Sistema Solar sino que tales entidades habrían creado a la misma raza humana –idea que, por más inverosímil que pudiera parecer, está ganando millones de adeptos rápidamente en todo el mundo. Sus cada vez más puntuales acusaciones a la NASA van en el sentido de que ese organismo paraestatal forma parte de una conspiración que impide que la verdad acerca de Sidonia llegue al gran público.  Por ejemplo, ha tomado el liderazgo en la promoción de la teoría de que la sonda Mars Observer, declarada oficialmente perdida desde 1993, ha continuado mandando datos a la Tierra secretamente…
El mensaje de Sidonia
En 1988 apareció en escena Erol Torun. Con él, la investigación de las anomalías marcianas tomó otro rumbo. Cartógrafo y analista de sistemas del servicio cartográfico de la Secretaría de la Defensa de los Estados Unidos, se vio particularmente interesado por la Pirámide D&M de entre las demás estructuras que se alzan en la llanura de Sidonia. Torun, conocedor de que la geomorfología de Marte no poseía ningún mecanismo natural que pudiera explicar la formación de una estructura de tan asombrosa simetría, decidió analizar con más cuidado la geometría de la construcción. Pero no se imaginaba lo que le deparaba su estudio pues, codificadas en la estructura de aquel objeto, descubrió una serie de relaciones matemáticas y constantes geométricas fundamentales cuya probabilidad de haber sido originadas al azar se hallaban cerca de cero. Pero estos descubrimientos quedaron empequeñecidos ante el hecho de que esas mismas relaciones matemáticas se repetían con asombrosa precisión si se trazaban líneas unificantes entre las demás misteriosas estructuras de la llanura. Al parecer, todo formaba parte de un complejo diseño que repetía una y otra vez los mismos números, ángulos y figuras. Para él estaba claro que allí no solo había un diseño deliberadamente codificado sino que todo un mensaje podía ser traducido desde el lenguaje de las matemáticas [tor].
[tor] TORUN, Erol (1996): http://users.starpower.net/etorun/pyramid/
Estos enigmáticos resultados inquietaron a Hoagland, quien concluyó que las relaciones geométricas del complejo de Sidonia eran referencias claras a las matemáticas de la hiperdimensionalidad (ver capítulo 14). Para él, la clave de esta geometría se encontraba en el uso repetido del ángulo de 19.5 grados. Por ejemplo, dos lados de la Pirámide D&M se encuentran a 19.5 grados de la línea de latitud marciana, y este ángulo se vuelve a repetir en la posición que comparten un grupo de pequeños montes de la misma región.
Ahora bien, según Hoagland 19.5 grados (más precisamente 19.47) son significativos dado que se trata de la ‘constante del tetraedro’ –la figura más simple de los sólidos regulares, de cuatro lados triangulares equiláteros. Esto es interesante dado que es un hecho que existe una importante relación entre el tetraedro (pirámide simple) y la esfera, en la cual este poliedro puede ser inscrito. Por ejemplo, si consideramos a los planetas como esferas y colocamos el vértice de un tetraedro imaginario en uno de los polos, los otros tres vértices caerán a la altura del paralelo 19.5 grados en el hemisferio opuesto. Y lo que hace más interesante a estas relaciones es el otro hecho curioso de que en todos los planetas del Sistema Solar en los que se ha podido estudiar la superficie con relativo detalle, es sobre esa misma localización geográfica donde se encuentran invariablemente los mayores focos de inestabilidad tectónica causada por alguna fuente de energía exactamente a 19.5 grados norte o sur del ecuador. Por ejemplo, la gran mancha roja de Júpiter se encuentra a esa altura (19.5). En Marte, el asombroso Olimpus Mons, el más grande volcán conocido de todo el Sistema Solar (con 563 kilómetros de ancho), también está ubicado a 19.3 grados norte. En Neptuno ocurre lo mismo, ya que tiene una mancha como la de Júpiter aunque de color azul. En el Sol, la mayor incidencia de sus manchas (el efecto visible de las erupciones derivadas de la alta actividad), también se observan precisamente alrededor del paralelo 19.5 grados. Aquí en la Tierra, a ese nivel se localizan las intensamente activas islas de Hawai, el cinturón volcánico del Pacífico, así como el volcán más grande del mundo, el Mauna Loa (19.6).
Se piensa que el fenómeno de los 19.5 grados es el resultado de la rotación misma de los planetas, siendo esos los focos de expresión física de inagotables flujos de energía provenientes de fuentes hiperdimensionales paralelas a nuestro universo físico tetradimensional. Es decir, al nivel de los 19.5 grados es donde más fácilmente se manifiestan los recursos energéticos acumulados en las otras dimensiones que de hecho existen, y que son superiores a las cuatro en las que nos movemos (alto, ancho, largo, tiempo).
Hoagland piensa que esta es la razón por la que el ángulo de 19.5 grados es tan recurrente en la región de Sidonia.  Cree que es la clave dejada por otros con la intención de guiarnos al descubrimiento de la física hiperdimensional y sus inagotables fuentes de energía. Arguye que si la energía generada por las fuentes de expresión de esa física hiperdimensional pudiera ser canalizada, la humanidad contaría con un flujo inagotable de energía a precio anonadado, así como la capacidad de desarrollar tecnologías superavanzadas, tales como la propulsión antigravitatorio y los viajes interestelares.  Tales tecnologías, siempre según Hoagland, resolverían casi al instante la mayoría de los problemas del mundo, trayendo al fin el tan esperado “Nuevo Orden Mundial”.
¿Agroglifo (mesianismo) marciano?
29-03-2013 16-29-55Es curioso darse cuenta de que otra área de gran interés intelectual para Hoagland y colaboradores, es el del polémico tema de los ‘círculos de los cultivos’. Este equipo sostiene que estos ‘agroglifos transtemporales’ (como prefieren llamarlos) contienen en sí los códigos geométrico-matemáticos que repiten y refuerzan el ‘mensaje secreto’ de Sidonia. Así, conectando a los ‘constructores extraterrestres’ de Sidonia con el enigmático (aunque visible) fenómeno de los círculos sesgados, Hoagland no está diciendo otra cosa sino que los marcianos constructores no solo aun andan por el barrio sino que están más que activos en la Tierra hoy. Incluso, se arriesga a afirmar que ‘el hecho de que alguien –de origen claramente no terrestre– se encuentra ahora promoviendo en la Tierra, y ante nuestros ojos, la decodificación del “mensaje de Sidonia” en la forma de mensajes en los cultivos’.
Un ‘circulo de cultivo’ (o agroglifo) en particular tiene una especial importancia en la hermenéutica extraterrestre de ese investigador. Se trata de la formación de Barbury Castle, aparecida en 1991 en la campiña inglesa de Wiltshire, la cual, según Hoagland, al incorporar la geometría tetraédrica, no solo confirma la conexión marciano-terrestre sino también ¡el inminente retorno de los constructores de Sidonia! Hoagland, de hecho, se encuentra muy comprometido con la interpretación del “están de regreso” de esa formación en particular, en la que él y su equipo afirman haber identificado algunos de los mismos ángulos claves que detectaron en la planicie de Sidonia.
Independientemente del misterio detrás de los círculos en los cultivos, ¿cuál es para Hoagland el mensaje que lee en ellos y en la arquitectura marciana? Él afirma que se trata nada menos que de una ‘afirmación arquitectónica de la física fundamental del universo Zla concreción última de una gran “arquitectura universal” al nivel más arquetípico, y que este mensaje está idénticamente codificado en cualquier otra parte del Sistema Solar, incluida la Tierra’. Para él, todo gira en torno del esperanzador retorno de los ‘constructores’, un retorno que cambiará al mundo para siempre…
Y bien, yo pienso que detrás de la promoción de estos ‘mensajes mesiánicos’ de Hoagland y otros de su categoría (ya a nivel público o tras bambalinas) debe haber (hay) algo real que tiene que ver con el punto de vista que aquí he venido exponiendo. Creo que el trabajo de estos promotores y divulgadores de la hipótesis extraterrestre forman parte (consciente o inconscientemente) de un programa sistemático de ‘aclimatación’ de la psicología de las masas, a fin de prepararlas para el futuro anuncio oficial de que ya se ha logrado establecer contacto con una supuesta civilización extraterrestre.
Reflexión final
¿Dónde estaba usted cuando sucedió el ataque a las Torres Gemelas en septiembre de 2001? ¿Dónde estaba cuando el Tsunami de 2004? ¿Dónde estará usted el día en que la humanidad haga contacto público con entidades de naturaleza extraterrestre? ¿Tiene idea de qué significará tal evento para usted, su familia y el resto de la humanidad? Bajo las condiciones en las que vive el mundo el día de hoy, nada (nada) volvería a ser lo mismo: las consecuencias que conllevaría tal evento serían inimaginables. El momento en que las autoridades científicas y políticas reconocieran la existencia de seres no terrestres y entablaran una comunicación real y abierta a nivel mundial sería tan transformador que la evolución social del hombre cambiaría para siempre, llevando consigo un trastoque de los aspectos más diversos de la vida: desde lo intelectual hasta lo religioso, pasando por lo económico, lo político, lo científico, Etc.
La anterior sería una situación solo comparable con la vivida por los pueblos aborígenes de América en el momento en que ‘contactaron’ con seres diferentes a ellos, llegando en impresionantes naves flotantes. Estos ‘alienígenas’ establecieron todo un sistema diferente de ideas, costumbres y religión, a un grado tal que al instruir a los indígenas en los nuevos paradigmas, lograron más fácilmente su dominación y presentaron un cambio radical en su evolución social.
El futuro ‘shock’ civilizacional
La teoría Nefilim asegura que algo semejante está por ocurrirle a la humanidad. Al establecerse próximamente una relación con entidades biológicas de supuesto origen extraterrestre, precisamente por presentar tecnologías, saberes, costumbres y filosofías tan diferentes, provocarán un colapso de la civilización como la conocemos, lo que llevará a su vez a la revisión de los actos, las creencias y los valores humanos del pasado y del presente, y a la necesaria redefinición del futuro. Es lo que algunos teóricos han denominado el “shock cultural” que se produce cuando dos sistemas civilizacionales con diferencias de origen y evolución se ponen en contacto. Al paso del tiempo, en el mejor de los casos una de ellas es dominada completamente por la otra, y en el peor, desaparece para nunca más volver.
Los políticos y empresarios que tienen acceso a ciertos documentos que parecen advertir de la presencia actual de tales entidades, ya se han dado cuenta de las consecuencias que traerían consigo el fin del presente orden mundial y el establecimiento de uno nuevo. Imagínese el lector a los gobiernos mundiales perdiendo el poder y el control sobre las sociedades. Imagínese a potencias como Estados Unidos, Japón, la Gran Bretaña, Alemania, etc. llegando al grado de depender de las decisiones de individuos no humanos más poderosos que pudieran establecer condiciones nuevas que abarcarían a toda la humanidad, paralizando nuestras actividades cotidianas y teniendo que asimilar otras diferentes.
En una carta presuntamente enviada en 1947 al presidente estadounidense Harry S. Truman por parte de los científicos Albert Einstein y J. Robert Oppenheimer (“Relaciones con habitantes de cuerpos celestiales”), estos científicos explicaban que el establecimiento de relaciones con seres extraterrestres acarrearía problemas muy difíciles de solucionar. Uno de ellos sería el de que tales seres no fueran amistosos sino que vinieran en el plan de conquistar a la humanidad.
“La Guerra de los Mundos”, aquella dramatización radial que realizara Orson Welles en la transmisión radiofónica del 30 de octubre de 1938 en la ciudad de Nueva York, que estaba basada en una historia ficticia de H. G. Wells y que relata una invasión marciana al planeta Tierra, es el único parámetro con que contamos para saber muy aproximadamente la manera en la que reaccionaría el individuo promedio en el caso de que unos alienígenas repentinamente llegaran a invadirnos. Esa noche, la gente enloqueció después de huir de los ‘gases rociados por los marcianos’.
Según la nota del New York Times del día siguiente, en realidad una ola de histeria había atacado a miles de radioescuchas entre las 8:15 y 9:30 de la noche anterior. La transmisión que irrumpía en las salas de las casas, los hospitales y las iglesias, hizo que los servicios religiosos se interrumpieran, que el tránsito se congelara y que las comunicaciones se saturaran de llamadas de un público histérico que salía de sus casas cubriéndose la nariz con pañuelos humedecidos y toallas sobre sus rostros para huir de lo que pensaban era un ‘rociado generalizado con gases venenosos provenientes de las naves de los marcianos’. Varias personas se suicidaron y miles llamaban a la policía, a los diarios y a las estaciones de radio pidiendo medidas de protección. Se cuenta que un hombre de Ohio, por ejemplo, llamó a la redacción del mencionado rotativo para preguntar ‘en qué tiempo aproximadamente se acabaría el mundo’… Otro policía confesó haber subido a su azotea y visto ‘el humo de las explosiones por aquí y por allá…’ La fantasía de Wells provocó la histeria en la ‘Gran Manzana’ de la primera mitad del siglo XX, y una cosa quedó clara: la humanidad no estaría preparada para un evento de tal magnitud en el caso de que se llegara a verificar en el futuro.
Bajo la experiencia del 38 los gobiernos han tomado con cierta reserva el hablar sobre este tema, y toda información relacionada con la supuesta llegada de seres espaciales suele encubrirse bajo los rótulos de “seguridad nacional” y “ultra secreto”. Cuando ha sido necesario, los gobiernos han creado programas de desprestigio del discurso y la evidencia ufológica, aunque a su vez aprovechan para estudiar las reacciones de las personas ante ciertos informes que se llegan a hacer públicos [pub1].
[pub1] Es interesante el resultado del informe “Iron Mountain”, en el que fueron creados objetos voladores parecidos a los auténticos OVNIs y los dejaron volar en los cielos de Norteamérica, provocando una serie de reportes de avistamientos por diversas personas que con el tiempo se convirtieron en pánico, incredulidad, y hasta la creación de sectas y psicogrupos religiosos.
Personajes de prestigio en el campo de la ufología dicen que, con respecto al tema de la abierta irrupción extraterrestre, los mismos ‘alienígenas’ saben de las repercusiones que provocaría su presencia declarada. El prestigiado ufólogo español, J. J. Benítez, por ejemplo, ha llegado a argumentar que los extraterrestres que ya se encuentran en los alrededores están preparando el terreno para realizar el contacto definitivo. Los “contactados”, por su parte, aumentaron su número en la última década del siglo XX, y han confesado saber que la evolución del ‘proyecto revelación’ se ha de llevar a cabo mediante ciertas pautas seguidas de una hiperactividad en los avistamientos, y que al parecer el mencionado contacto ‘no deberá ser espontáneo sino lento’. Dicen también que, dadas nuestras actuales acciones sociales, políticas, económicas y ecológicas se ha visto acelerado este programa, a grado tal que a no más de década y media de haberse iniciado el siglo XXI podría iniciarse el contacto…
Aprendiendo de la higuera
Y bien, ante todo lo expuesto solo me resta expresar unas palabras de reflexión.
En el discurso del Monte de los Olivos, Cristo Jesús habló directamente del tiempo de su retorno y de las condiciones mundiales en las que sucedería. Dijo:
“Aprendan de la higuera esta lección: Tan pronto como se ponen tiernas sus ramas y brotan sus hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Igualmente, cuando vean todas estas cosas, sepan que el tiempo está cerca, a las puestas. Les aseguro que no pasará esta generación hasta que todas estas cosas sucedan” (Mateo 24: 32-34. NVI).
En este pasaje del Nuevo Testamento, examinado en su contexto y en su sentido literal, el Señor Jesús dice claramente que habrá señales que indicarán que Él está ‘cerca, a las puertas’, y que la generación que esté viva cuando ‘todas estas cosas’ empiecen a suceder, comenzando con los ‘falsos cristos’ (falsos mesías o falsos salvadores de la humanidad), no moriría ‘hasta que todo esto suceda’.
Cabe observar que los judíos del tiempo de Jesús no se daban cuenta de que su Mesías (el Cristo) tendría que venir a la Tierra dos veces y que un largo intervalo (¡de casi dos mil años!) se interpondría entre esa época y la del cumplimiento de esta profecía [11]. Esta es la razón por la que incluso aquellos que creían que efectivamente Jesús era el Mesías no comprendieron que la generación de la cual el Señor estaba hablando realmente viviría en el futuro lejano durante el último periodo de la historia del mundo tal como lo conocemos.  Es obvio que ninguna de ‘estas cosas’ a las que se refería Jesús realmente comenzó a suceder durante la vida de quienes lo estaban escuchando, ni en la de ninguna generación de la Iglesia desde entonces. Así pues, el retorno de Cristo todavía no podía considerarse ‘cerca, a las puertas’ sino hasta que ‘estas cosas’ realmente comenzaran a suceder.
Pero veamos qué más dijo Jesús al respecto:
“En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre. La venida del Hijo del hombre será como en tiempos de Noé. Porque en los días antes del diluvio comían, bebían y se casaban y daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no supieron nada de lo que sucedería hasta que llegó el diluvio y se los llevó a todos. Así será en la venida del Hijo del hombre” (Mateo 24: 36-39).
Es decir, la generación que vivirá para ver ‘estas cosas’ que Jesús menciona en la primera parte será también testiga del regreso de Cristo, aunque ‘solo el Padre’ conozca ‘el día y la hora’ de su retorno. En cuanto al mundo incrédulo, su retorno ocurrirá en un tiempo cuando todo parezca ir de maravilla para aquellos que se hayan entregado (según la teoría Nefilim) al engaño extraterrestre (el ‘imperio alienígena del Anticristo’), de la misma manera que los incrédulos del día de Noé no tuvieron ni idea de la inminente destrucción hasta que la lluvia empezó a caer y hubo pasado toda oportunidad de ponerse a salvo en el arca.
La población prediluviana fue advertida con bastante anticipación: ¡120 años!, según Génesis 6:3, lo que lo coloca en la categoría del aviso más largo en la historia de las catástrofes preanunciadas. Sin embargo, la ceguera espiritual de esa generación le impidió escuchar tal advertencia. Esa gente estaba muy cómodamente asentada en su sistema, y seguramente les pareció una soberana tontería el que Noé se pusiera a construir semejante armatoste y se dedicara a predicar la justicia. [Ver 2ª Pedro 2:5]
Ahora bien, aunque las señales de aviso de la segunda venida del Cristo serán de una naturaleza diferente, sin embargo serán pasadas por alto de la misma manera por el mundo incrédulo del día de hoy. De hecho, “vendrá gente burlona que, siguiendo sus malos deseos, se mofará: ‘¿Qué hubo de esa promesa de su venida?’” (2ª Pedro 3:3-4). Y cuando el Anticristo ascienda de incógnito, con su fachada de ‘hermano del cosmos’ y como gran líder mundial de un imperio ‘extraterrestre’, con sus promesas de paz y prosperidad en la ‘nueva era de oro’, el mundo en general le mirará con esperanza en vez de empezar a buscar las ‘señales’ de la venida del verdadero Mesías y del establecimiento de su reino justo anunciado desde milenios atrás. El mundo se burlará de los pocos fieles que aun queden, de la misma manera que los detractores de Noé lo ridiculizaron a él. Finalmente, los incrédulos tomarán parte en una persecución mundial contra los escogidos de Dios. [Ver Mateo 24:22]
‘Como en los días de Noé’, los testigos del Señor (incluidos tres poderosos ángeles fieles especialmente enviados para ello) advertirán al mundo de la ira venidera de Dios contra los que hayan participado voluntariamente en el establecimiento del imperio extraterrestre del Anticristo (Apocalipsis 14:9-10).  Sin embargo, la humanidad inicua tampoco responderá en esta ocasión, pues…
“Cuando estén diciendo: ‘Paz y seguridad’, vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como le llegan a la mujer encinta los dolores de parto. De ninguna manera podrán escapar.  Ustedes, en cambio, hermanos, no están en la oscuridad para que ese día los sorprenda como un ladrón. Todos ustedes son hijos de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad. No debemos, pues, dormirnos como los demás, sino mantenernos alerta y en nuestro sano juicio” (1ª Tesalonicenses 5:3-6).
Cierto: Noé no conocía ‘ni el día ni la hora’ del comienzo del diluvio, pero estoy seguro que sabía cuando el tiempo se estaba acercando; de modo que cuando empezó, él ya estaba completamente preparado según Dios lo había instruido previamente. De la misma manera, aquellos lectores que ya son fieles a Dios (o que desean empezar a serlo) que lleguen a entrar al inminente periodo final de la historia, tampoco sabrán con exactitud ni el día ni la hora de la segunda venida de Cristo, pero ¡sí podrán saber con anticipación cuándo será inminente su regreso! Cuando la gran persecución del imperio alienígena se establezca en contra de quienes se nieguen a pertenecer a él, los fieles al bando de Cristo entenderán lo que está pasando gracias a su conocimiento de la profecía futura y de lo que sucedió con el proyecto nefílico en la antigüedad remota, y estarán preparados según la Palabra de Dios y Su provisión sobrenatural.
Finalmente, creo que es de enorme importancia entender las siguientes dos verdades gemelas.
PrimeraSolo los creyentes fieles, capacitados y educados en la Palabra de Dios, serán capaces de saber cuando se esté acercando el final de este mundo impío gobernado por Satanás, y tendrán considerable comprensión de los eventos que tengan lugar en ese fin gracias a su conocimiento de lo que ya ocurrió en el otro ‘fin del mundo’: el fin del mundo prediluviano. El cristiano observador y pendiente sabrá que ‘el verano vendrá tan pronto como se pongan tiernas las ramas de la higuera y broten sus hojas’. Pero que quede claro: será solamente la generación que vea todas ‘estas cosas’ empezar a ocurrir la que podrá asumir que Cristo ‘está cerca, a las puertas…’
Segunda: Incluso los creyentes más fieles y preparados no sabrán ‘ni el día ni la hora’ precisos del retorno de su Señor que detendrá la gran persecución a la que los someterá el Anticristo, para reunir a sus santos con él mismo, y para iniciar la ira de Dios contra los impíos que hayan quedado por haber decidido voluntariamente participar en el proyecto nefílico que representará el último intento de Satanás por impedir el establecimiento del reino de Dios sobre la tierra.
29-03-2013 16-56-11
Referencias y webliografía
[1] THOMAS, I. D. E. (1986): The Omega Conspiracy -Satan’s Last Assault on God’s Kingdom. [Hearthstone Publishind LTD: Oklahoma]
[2] DRAKE, W. Raymond (1974): Gods and Spacemen of the Ancient Past. [New York: Signet Books]
[3] No hay que olvidar la iniciativa de defensa estratégica SDI instaurada precisamente durante la administración Reagan, y más conocida como “La Guerra de las Galaxias”. La versión oficial dijo que se trataba de un proyecto a través del cual se pretendía instalar en órbita un conjunto de satélites armados. Su objetivo sería el de interceptar en vuelo los proyectiles nucleares de naciones enemigas, principalmente de la ex Unión Soviética. Sin embargo, más de una vez se denunció que los potentes rayos de partículas de estas armas satelitales en realidad no tenían como objetivo ningún misil soviético, sino que habían sido puestos en órbita como un subsistema de defensa nacional, debido al temor del gobierno de un eventual ataque por parte de entidades extraterrestres. http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/061/html/sec_11.html
[4] VALLÉE, Jacques (1974). The Invisible College. (E. P. Dutton: New York, NY). Hay versión en español: VALLÉE, Jacques. (1981). El colegio invisible. (Diana: México, D. F.)
[5] PEMBER, George Hawkins (1975): Earth’s Earliest Ages. [Kregel Publications: Grand Rapids]
[6] WELDON, John y Zola Levitt (1978): Ovnis: ¿Qué está sucediendo en la Tierra? [Barcelona: Clie]
[7] NICHOLS, W. y Brooks Alexander (1981): Los OVNIs y la nueva mentalidad. [Barcelona: Libros CLIE]
[8] PICKNETT, Lynn y Clive Prince (1999): The Stargate Conspiracy: The Truth About Extraterrestrial Life and the Mysteries of Ancient Egypt. [Berkeley Books: New York]
[9] HANCOCK, Graham, Robert Bauval y John Grigsby. (1998): The Mars Mystery: A Tale of the End of Two Worlds. [Michael Joseph: London]
[10] HOAGLAND, Richard (1996): The Monuments of Mars: A City on the Edge of Forever. [Frog, LTD: Berkeley]
[11] VAN KAMPEN, Robert (1993): La señal. [Colombia: UNILIT]
La información de este artículo fue tomada del libro de Armando H. Toledo, La Antigüedad del Futuro; EL FENÓMENO OVNI Y EL PROGRAMA EXTRATERRESTRE A LA LUZ DE LA TEORÍA NEFILIM. THE UCLi PRESS, INTL. Cuernavaca, México.
La presente obra digital es el resultado de cientos de horas de investigación bíblica y bibliográfica. Es una edición de autor y se distribuye gratuitamente a los lectores de habla hispana en América Latina y el resto del mundo. El autor, que es un investigador mexicano (n. 1965), no tiene compromisos denominacionales con ninguna iglesia establecida, llámese católica, evangélica o de cualquier otra denominación. La UCLi es un ministerio mundial cristiano de investigación y docencia de carácter independiente.
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Quinta edición: 2012.
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