SOBERANIA HUMANA CÓSMICA

domingo, 29 de diciembre de 2013

Liberarse del Primigenio



Esta información me la envió un amigo...

Cuando una persona Álmica (con Alma) muere, el Humano Primigenio se presenta en forma de ser bondadoso con mucha luz. Se hace pasar por Dios, y así engaña al Alma. Escanea al cuerpo al morir, y presenta a seres queridos que han pasado por su vida, para convencerle de que debe ir «hacia la luz». 


Una vez allí, se produce una Abducción más: el Primigenio quita la experiencia que el Alma ha hecho en vida y, sobre todo, la experiencia de la muerte, para seguir siendo el Padre Eterno. Luego de borrar los recuerdos al Alma, la envía «en blanco» a otro Contenedor y así piensa seguir su engaño eternamente. El Primigenio prostituye al Alma.

Además, el Humano Primigenio ejerce un control y monitoreo constante de todas las Almas a través de un cable que se ancla en la Coronilla, donde termina en una especie de Chip Etérico. A veces, el Primigenio utiliza esto para boicotear la vida del Portador de Alma, sobre todo cuando éste empieza a descubrir el Gran Engaño.


Afortunadamente, hay un método para terminar con este problema, conduciendo a la Liberación Final del Álmico. Pero se recomienda realizar este ejercicio, una vez que ya se ha hecho el SIMBAD, reconociendo y expulsando exitosamente a los Aliens Intrusos, si es que los había.

El proceso es simple:

1) Pedir al Alma que identifique y corte esos cables.
2) Quemar los cables que «cuelgan» del Primigenio.
3) Recoger los cables que han quedado sueltos para sí mismo.
4) Desactivar el Chip.
5) Protegerse con una construcción energética tipo campana, o lo que el Alma sugiera.
Pueden surgir pesadillas durante el proceso. Es el Primigenio intentando intimidar a Ánima para que desista. No hay que hacer caso, pues el Primigenio es como elMago de Oz: poca cosa, aunque aparente mucho.

Una vez terminado el Proceso, el Álmico será libre y estará en condiciones de obtener información de su propia Alma, sin interferencias. Podrá saber, si le apetece, su Historia Personal, su drama, sus ilusiones, de donde viene, cuál es su Misión, sus otros Contenedores...


FUENTE

Un Premio Nobel de Física asegura que cree en Dios más «gracias a la Ciencia que a pesar de ella»

Le dieron el premio en 1997 y declara con rotundidad: «Soy un científico serio que cree seriamente en Dios».


El pasado día 5 de noviembre fue el 64 cumpleaños de William Daniel Phillips, físico estadounidense y ganador del Premio Nobel de Física en 1997 por el desarrollo de métodos para enfriar y capturar átomos por láser. 

Durante mucho tiempo ha sido miembro del National Institute of Standards and Technology (Instituto Nacional de Estándares y Tecnología), es profesor en la Universidad de Maryland y también uno de los fundadores de la International Society for Science & Religion (Sociedad Internacional para la Ciencia y la Religión). 

Unión entre ciencia y fe


Hace años, escribió su testimonio explicando su pensamiento sobre la existencia de Dios y sobre la unión entre la ciencia y la fe, que puede consultarse
AQUÍ

«La Ciencia y la Religión no son enemigos irreconciliables»


«Muchos creen que la Ciencia, ofreciendo explicaciones, se opone a la comprensión de que el universo es una creación amorosa de Dios», comienza en su exposición el científico, «creen que la Ciencia y la Religión son enemigos irreconciliables, pero no es así». 

William Phillips responde a esta pregunta a través de su experiencia: «Yo soy físico. Hago investigación tradicional, publico en revistas, presento mis investigaciones en reuniones profesionales, enseño a estudiantes e investigadores post-doctorales, intento aprender cómo funciona la naturaleza. En otras palabras, soy un científico ordinario». 

Reza con regularidad...


Pero, continua, «también soy una persona de fe religiosa. Asisto a la iglesia, canto gospel en el coro, todos los domingos voy al catecismo, rezo con regularidad, trato de ´hacer justicia, amar la misericordia, y caminar humildemente con mi Dios´. En otras palabras, soy una persona común de fe». 

...y no es una contradicción con ser científico


Para mucha gente, esto puede parecer una contradicción: «¡Un científico serio que cree seriamente en Dios! Pero, para muchas personas más, soy una persona como ellos. Aunque la mayor parte de la atención de los medios de comunicación va enfocada a los ateos ´estridentes´ que dicen que la religión es una superstición tonta, o los creacionistas fundamentalistas que niegan la evidencia clara de la evolución cósmica y biológica, la mayoría de la gente que conozco no ninguna dificultad en aceptar el conocimiento científico y mantener la fe religiosa», asegura.

¿Cómo puedo creer en Dios?


Continúa el Premio Nobel: «Como físico experimental, necesito pruebas, experimentos reproducibles y una lógica rigurosa para apoyar cualquier hipótesis científica. ¿Cómo puede una persona así basarse en la fe?», reta. 

Él mismo se plantea dos preguntas que tiene que responder: ¿Cómo puedo creer en Dios? y ¿Por qué creo en Dios? ¿Cómo puedo creer en Dios? 

«Un científico puede creer en Dios porque esta convicción no es una cuestión científica. Una afirmación científica debe ser ´falsificable´, es decir, debe haber algunos resultados que, al menos en principio, podrían demostrar que la afirmación es falsa [....]. Por el contrario, las afirmaciones religiosas no tienen que ser necesariamente ´falsificables´», argumenta William Phillips. 

«No es necesario que todo enunciado sea un enunciado científico; ni tampoco por ello los enunciados que simplemente no son científicos pasan a ser afirmaciones inútiles o irracionales. La ciencia no es la única manera útil de ver la vida», razona el premio Nobel.

¿Por qué creo en Dios?


«Como físico, observo la naturaleza desde un punto de vista particular. Veo un universo ordenado, hermoso, en el que casi todos los fenómenos físicos pueden ser entendidos con unas pocas y simples ecuaciones matemáticas. Veo a un universo que, de haber sido construido de una manera ligeramente diferente, nunca habría dado a luz a las estrellas y los planetas. Y no hay ninguna razón científica por la cual el universo no podría haber sido diferente. Muchos buenos científicos han concluido con estas observaciones que un Dios inteligente ha decidido crear el universo con esta propiedad hermosa, sencilla y vivificante. Muchos otros grandes científicos, sin embargo, son ateos. Ambas conclusiones son posiciones de fe», responde. 

Un ateo que cambia de opinión


Recientemente, el filósofo y por largo tiempo ateo Anthony Flew, cambió de opinión y decidió que, sobre la base de estos elementos y pruebas, era necesario creer en Dios: «Creo que estos argumentos son sugerentes y ayudan a sostenener la fe en Dios», comenta William Phillips, «pero no son concluyentes. Yo creo en Dios porque siento la presencia de Dios en mi vida, porque puedo ver la evidencia de la bondad de Dios en el mundo, porque creo en el amor y porque creo que Dios es amor».

¿Dudas sobre Dios?


¿Esto le hace una mejor persona o un físico mejor que otros? «Difícilmente. Conozco un montón de ateos que son mejores personas y mejores científicos que yo. ¿Esto libre de dudas sobre la existencia de Dios? Difícilmente también. Las preguntas sobre el mal en el mundo, el sufrimiento de niños inocentes, la variedad del pensamiento religioso y otros imponderables suelen dejar a menudo en el aire la cuestión de si estoy en lo cierto, y me hacen constatar siempre mi ignorancia. A pesar de todo esto, creo más gracias a la Ciencia que a pesar de ella», concluye el premio Nobel. 

«Como está escrito en la Epístola a los Hebreos, ´la fe es la garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza de las realidades que no se ven´».


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