SOBERANIA HUMANA CÓSMICA

viernes, 1 de febrero de 2013

DIOS




Todos nos hemos acostumbrado a escuchar sobre las maravillas del “creador”. Él es omnipotente, omnisciente y, la cereza del pastel: es el ser más bondadoso.

Se ha escrito mucho acerca de las irresolubles contradicciones entre los supuestos deseos de dios y nuestra realidad cotidiana. Hemos adorado dioses desde tiempos a los que la memoria no alcanza. A pesar de esa entrega, ningún dios ha podido dar a la humanidad los beneficios prometidos a costa de sacrificios de todo tipo (asesinatos, inmolaciones, flagelaciones y un largo etcétera).

Tratemos de remontarnos un poco hasta los orígenes de las primeras deidades. No es difícil suponer que fueron el sol y la luna. El sol brinda la luz y permite ver a los predadores, estimula las cosechas, favorece la comunicación con los demás. La luna nos da algo de luz en medio de las tinieblas, cuando ella no está (no se ve) somos presa fácil, sobre todo si no tenemos ojos especializados para ver de noche, ni un buen olfato, ni hablar del oído. La oscuridad, fue vista como algo peligroso y maligno. Muchos dioses siniestros de la antigüedad equivalen a personificaciones de animales con hábitos cazadores nocturnos.

Hasta este punto todo está claro y se entiende que la ignorancia nos haya llevado a inventar estos seres fantásticos. ¿Cómo más podíamos explicar lo que no comprendíamos? No teníamos las herramientas para construir ese conocimiento.

Pero el tiempo pasó y a medida que el ser humano descubría los secretos de la naturaleza, estos dioses primigenios fueron poco a poco transformándose por obra y gracia de la multietnicidad, dando lugar a nuevas deidades que luchaban entre ellas disputándose el dominio del universo. Obviamente, hablamos de los descendientes de esos primeros dioses relacionados con la luz y la oscuridad (el bien y el mal).

Los pueblos tenían uno o varios dioses que los protegían de las naciones enemigas. Aquí nace la política y es cuando los dioses se acomodan a las necesidades de quienes quieren surgir como salvadores del pueblo, estos seres extraños conocidos ahora como profetas son incontables y se muestran como intermediarios entre los dioses y la humanidad para darles el mensaje de lo que ha de suceder y cómo los pueblos deben prepararse para ello. Los dioses de los pueblos enemigos eran malos, y si el otro pueblo era vencido, estos dioses eran rebajados a la categoría de mitos.

Esta creíble explicación sería suficiente para derrumbar la absurda idea de que hay “un solo dios verdadero”. Es más, no hay ninguno. Pero la humanidad sigue creyendo a pesar de todas las evidencias. Estas evidencias son científicas y es la ciencia la que (sólo como herramienta) nos ha llevado de la mano en medio de la oscuridad, para hacer la luz por nosotros mismos, para no ser más temerosos de los misterios de la noche.

¿Qué tiene de malo que los demás sean supersticiosos y crean en dioses? La pregunta es un poco absurda si tomamos en cuenta todo lo que han traído las religiones a la humanidad ¿Para qué recordarlo? No faltará quien diga que lo más peligroso actualmente es el islam, que el cristianismo es inocuo y pacifista, que la religión no es mala mientras no se transforme en fanatismo. No es así. Si hay fanatismo en las religiones es porque estas favorecen su surgimiento. Las religiones con sus preceptos morales discutibles, amenazantes y su tendencia a oponerse a la libertad de las mentes son algo que debe ser desterrado. Si, es islam se está expandiendo peligrosamente, así como están surgiendo sectas cristianas fundamentalistas que intentan permear la política de Estados Unidos y montar un presidente. ¿Será imposible que consigan esto? Tal vez sea una exageración pero, ¿Vale la pena correr ese riesgo?

No es suficiente ser un creyente juicioso para evitar caer en el fanatismo. Y cambiar de religión es más fácil de lo que parece. La conversión, ahora, sólo consiste en cambiar de ideales ya que actualmente se utiliza la mentira de que todos los dioses son, en esencia, el mismo, con lo cual el converso no se siente traidor.

Sólo el ateísmo con su posición crítica y pacífica pero implacable ante la irracionalidad puede ayudarnos, entre muchas cosas, a salir de esta incertidumbre bélica a la que nos ha llevado la fe.


El Festival Internacional de Cine de Toronto hizo una pausa no acostumbrada en su gala de inauguración este jueves 11 de septiembre por la noche, presentando en sociedad el drama británico "La Creación" en el evento que desde hace mucho tiempo se consideró un punto de partida en la competencia para los Premios Oscar de la Academia.

La película, en estreno mundial, reaviva la creciente controversia que existe en Estados Unidos sobre la validez de la teoría de la evolución.

En los últimos años varias instituciones educativas del país, dominadas por los grupos más conservadores de la sociedad estadounidense, han sustituido su enseñanza por el llamado "diseño inteligente", según el cual Dios es el responsable directo de la evolución y no la selección natural como argumentó Darwin.

"Creation", es el nombre del film en el que Paul Bettany y Jennifer Connelly dan vida a Darwin y su mujer (los dos actores son también en la vida real pareja), parte del momento en el que el científico regresa en 1858 a Gran Bretaña tras su famosa expedición en la embarcación HMS Beagle. En mitad de la campiña británica, Darwin reflexiona sobre lo observado en sus viajes y empieza a redactar el revolucionario "Origen de las especies", donde enuncia su teoría de la evolución, que abre la puerta para que se cuestionen dogmas religiosos sobre la vida. Está convencido de que sus teorías sobre la selección natural son correctas, y es presionado por sus colegas para escribir un libro que demande la creencia del hombre en Dios. Inclusive su esposa, una devota cristiana, está completamente segura del error de su marido.

Así, 150 años después de la polémica publicación de "El origen de las especies", la gresca sobre Darwin y su teoría se ha trasladado de un poder mundial a otro, de la Gran Bretaña victoriana a los Estados Unidos del siglo XXI.

Durante más de tres décadas, el festival de cine de Toronto se ha abierto con una película canadiense para poner de relieve la industria dentro de su país de origen, y su elección del drama "La Creación" de Charles Darwin ha provocado la ira de los cineastas locales.

"Dijimos que queríamos conseguir que las personas discutieran, y eso hicimos", dijo el co-director Cameron Bailey, a la audiencia de la inauguración. "La historia tiene 150 años, pero no podía ser más actual."

"No estábamos tratando de promocionar una visión total del mundo. Queríamos hacer al hombre detrás de la historia accesible y comprensible a todos nosotros", dijo el director Jon Amiel . Sin embargo, Amiel sabe que la película podría encender el fuego en grupos religiosos, y parece estar preparado para enfrentar una tormenta.

"Los religiosos conservadores y los grupos creacionistas han sido tan agudos en convertir en demonio a Darwin que cualquier película que lo muestra como un ser humano legítimo será vista probablemente como polémica ", dijo Amiel.

Los realizadores perspicaces de películas saben que no hay nada mejor que una controversia para atraer audiencias. Los cineastas del mundo llegan a Toronto para ganar la atención de los medios y generar esa especie de zumbido que podría hacer eco en la temporada de los Premios Oscar de Hollywood.


Una pregunta habitual a los ateos se relaciona con su posición política. En algún foro de Univisión alcance a leer esta infeliz pregunta:

“Supongamos que la interminable discusión entre ateos y creyentes sobre la existencia de Dios llegara a un fin y la conclusión fuera: Dios no existe. Cuáles serian los cambios sociales y políticos que acarrearía esta situación a nivel mundial, se impondría ¿el capitalismo?, ¿el comunismo?, ¿el socialismo?, ¿la anarquía?, ¿seguiría todo igual?”
Debemos reconocer que aún hay muchos ateos que se hacen preguntas similares. Comencemos diciendo que difícilmente la discusión entre ateos y creyentes llegue a su fin pronto, cuando aquí decimos que tarde o temprano todo el planeta será ateo, es una meta para alcanzar a largo plazo (ojala sólo sean décadas), pero llegar a la conclusión “Dios no existe” es algo que cada individuo debe alcanzar por sí mismo, con o sin ayuda de cualquier tipo de proselitismo ateo.

Haríamos mal en pronosticar una época de gobiernos de izquierda, peor sería vaticinar una etapa de anarquía. Cualquier cosa que digamos sería irresponsable.

Debemos dejar que en claro que las cercanías de ciertas corrientes políticas con el ateísmo no corresponde a una conjura o manguala para matar a dios. Nuestra posición crítica ante la fatal connivencia entre iglesia y estado es uno de los aspectos, entre otros, que han conquistado a ciertos sectores políticos. Y es que a pesar de nuestra posición filosófica, tenemos cada vez más relevancia y nuestro poder de transformación social es algo más que atractivo para quienes, desde la administración pública, simpatizan con el laicismo. Pero debe quedar claro que el ateísmo tiene sentido por sí sólo, no es necesario, por ejemplo, comulgar con el comunismo para ser ateo.

Como ateos tenemos mucho que aportar en política. Sería ingenuo pensar que en nuestra lucha dialéctica contra la opresión mental apoyemos los métodos totalitarios de algunos gobiernos de izquierda. Si bien nos vemos abocados como individuos a tomar posición partidista, no olvidemos que el fin no justifica los medios.

Como ven, los caminos políticos del movimiento ateo no se han construido del todo. Lo que hagamos depende enteramente de nuestra posición ética. Afortunadamente, algo que si podemos pronósticar es que las ideologías ateas no van a ser simples herramientas para que los mismos de siempre las utilicen a su conveniencia. Al margen de la lucha entre partidos, los invitamos desde aquí a transformar la sociedad desde sus bases, de esta forma, nosotros influiremos decisivamente en la vida política y no permitiremos que ella nos utilice.


Por una variedad de razones, algunos cristianos insisten en que el ateísmo implica la certeza absoluta de que no existe dios alguno. Esto refleja una falta de conocimiento, de lo que el ateísmo es. O tal vez quieren, con esto, tratarnos como a los prójimos que tienen otra religión (la fe en que dios no existe). El ateísmo es simplemente la falta de creencias en un dios o dioses. Esto es el ateísmo, nada más, no representa otra cosa. El ateísmo no es una religión, una filosofía, una cosmovisión, o algo similar. No es la convicción de que no hay dioses, fantasmas, ángeles, etcétera. A decir verdad, el ateísmo no requiere un nivel especial de seguridad. Todo que requiere es el fracaso en justificar la creencia en algún tipo dios.

La premisa de la religión es que el ateísmo se basa en el NO y que esta negativa impide el florecimiento de la vida. Posición por demás incomprensible viniendo de manos de quienes le dicen no a su posibilidad de libertad de pensamiento y acción.

Si bien ser ateo no necesariamente deriva de un complejo ejercicio filosófico (sólo algo de lógica), reconocerse como ateo si conlleva a un análisis de lo conocido, desde lo complejo a lo sustancial. Pocos ateos no sienten algún interés en la ciencia y no se preguntan cómo serían las cosas sin ese ser improbable y clandestino que, sin embargo, se aboga la autoría del universo. Este universo del cual no se alcanza a vislumbrar un límite, pero que según la fe sólo es la consecuencia de algo superior.

Hablando con sentido común, hay solamente dos posibilidades para el origen del universo: o hay uno infinito retrocediendo infinitamente en sus orígenes o es la primera causa que puede ser explicada en relación con las causas más tempranas que se derivan de él. Tanto ateos como teístas pueden estar de acuerdo en que ésas son las posibilidades. Si hay una infinita cantidad de causas, parece un sin sentido tratar de adivinar más lejos y más atrás en el tiempo, tal búsqueda garnatizaría el nunca acabar. Si hay una primera causa, sin embargo, podemos hacer las preguntas sobre qué clase de cosa podría ser.

En cualquiera de estos casos lo importante es no dejarse llevar por la emociones, es decir, ser objetivo a la manera científica, con el perdón de los religiosos, esta condición es necesaria para llegar a algún tipo de conclusión verificable, no se puede ser objetivo a la manera religiosa. Ser un científico y estudiar los orígenes con la premisa de la fe en dios es deshonesto. Me disculpo otra vez diciendo que las religiones hasta ahora no han descubierto algo, muy por el contrario, sus afirmaciones basadas en el sin sentido han sido poco a poco desechadas gracias al método científico.

¿Por qué ahora después de demostrado su fracaso, incluso en el discurso social, insisten en perpetuarse como necesidad, más que como alternativa?

Los ateos no necesitamos de ninguna certeza para ver los frutos de la religión, la ignorancia y la justificación de muchas maldades son tan evidentes que son los creyentes quienes necesitan inventarse certezas para seguir adelante con ese extraño plan divino al cual fueron sentenciados antes de nacer.

Les presentamos a continuación una curiosa publicación que se puede hallar en la páginaIslam en Línea.

Juzguen ustedes:

LA CONDICIÓN DE LA MUJER EN EL ISLAM

Para las mujeres, el Islam es una bendición especial y el profeta del Islam es en verdad el más grande de losbenefactores de las mujeres. En Arabia, antes de que llegara el Islam, el nacimiento de una niña era consideradouna desgracia y vergüenza.

Los padres las enterraban vivas:

« Cuando les llegaban las noticias acerca de (el nacimiento de) una mujer, su rostro se oscurecía y le llenaba unagran tristeza. con vergüenza, él se ocultaba de su pueblo, por las malas noticias recibidas. ¿Deberá conservarla consufrimiento y resignación, o, enterrarla en la arena? ¡Ah! ¡Qué mala elección al decidirlo! » (Corán 16:58-59)

El Islam hizo de esta injusticia uno de los primeros casos para la Corte Mayor en el Día del Juicio :

« La enterrada viva preguntará del crimen por el cual fue asesinada. » (Corán 81:8-9)

"Antes del Islam," escriben los autores del Atlas del Islam, "la mujer era considerada como una amenaza para elhonor de la familia y , por eso, merecedora de ser enterrada viva en su tierna infancia. Ya adulta, era considerada unobjeto sexual que podía comprarse, venderse o heredarse. De esta posición de inferioridad e incapacidad legal, el Islam llevó a las mujeres a una posición de gran influencia y prestigio dentro de la familia y la sociedad."

El Islam dio a este sector oprimido de la sociedad, al igual que otros grupos y clases sociales, su lugar legítimo en la vida. En un mundo donde la mujer no era más que un objeto de uso y placer sexual para el hombre, y en un tiempoque los circulos religiosos alegaban sobre si la mujer era un ser humano o no, con alma propia, el Islam proclamó :

« ¡Oh humanidad! Nosotros los creamos a partir de un solo (par), de un hombre y una mujer. » (Corán 49:13)

Ahora los invitamos a ver esta conferencia, si tienen un poco de paciencia.
Creemos que es un material digno de ver completo.

Esta es una breve explicación del origen de las religiones.
Algunos argumentos serán controvertidos, juzguen.


NOTA: al final no aparece la explicación" en la publicación original.

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