Antes de comenzar con este tema, me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre todo lo sucedido. Reconozco que las formas empleadas por mí para desprogramar a humanos y programar al Humano con su nuevo software y entrenar al Virya en las artes de la guerra, no son muy tradicionales, y que estos métodos están basados en hacer que su esfera de consciencia salga del programa inconsciente del ego que la tiene atrapada, y tome consciencia de sí misma para que sea ella la que cargue los nuevos datos que le sirvan y se deshaga de los viejos que ya no use. Por más que intento mantenerme al margen de sus paradigmas, es imposible no ser un referente de muchos, y cargar con la etiqueta de Maestro o Amasterdamo, la primera por una docencia inevitable, y la segunda por un arquetipo creado por la forma de comunicar esa docencia y maestría. Ni uno ni otro me corresponde a mí aceptar o rechazar, pues son los que reciben esa docencia los que deciden dentro de su particular paradigma y universo, si utilizarlos o no hacia mi persona. Es su necesidad, su arquetipo referente, como yo tengo y tuve los míos en su momento. Igualmente, los colaboradores también son referentes de muchos, y si unos se van de este espacio, como fue el caso, algunos de esos lectores que depositaban en ellos su referencia, quedarán con una sensación de vacío a llenar, hasta que encuentren y descubran que ellos son sus propios referentes y ejemplo a seguir.
Los métodos que utilizo en esta docencia, en esta escuela del Ser, muchas veces llevan a choques conscientes necesarios y a “etiquetar” sujetos y objetos, y esto por un lado ayuda a la comprensión, pero por otro detiene el avance de los que aún ven un sujeto donde sólo hay un objeto, que fue lo que pasó en esta tormenta, viendo en mí algo que no soy ni pretendo ser. Un querido tío mío que ya no está, gnóstico y sabio, siempre me decía: “la batalla más grande es con tu propia mente, porque por ahí ingresa el enemigo y te maneja con pensamientos que no son tuyos”. No puedo recuperar los pensamientos que ya están contaminados, y revertir un concepto erróneo que se grabó desde el centro emocional en su esfera de consciencia, pues es el centro que une y mantiene las relaciones humanas, y sólo puede acomodar nuevamente ese sentimiento erróneo el propio centro a través de la conciencia del Ser viendo lo que realmente es, aquella consciencia que no tiene los prejuicios del ego que limitan y llevan a la incomprensión, dando lugar a que la mente nos juegue una mala pasada y nos domine creyendo que algo o alguien es lo que no es.
Lamento lo sucedido por los que se quedan y por los que se van, pues el material humano que se pierde es inmenso para unos como para otros, aunque sus ideas y formas queden y perduren, su presencia y participación faltarán, pero son etapas, pruebas superadas, momentos compartidos y que ahora tienen que seguir su propio camino marcado con el ADN de la creación. Para mí ha sido una pérdida inmensa viniendo de donde viene, quisiera retenerlos eternamente a mi lado, pero no es posible ni justo para nadie. Creo que esto es el costo a pagar, el rayo de Zeus de la tilde de Morféo por revelar lo oculto, un costo que duele, pues antes que Morféo soy Humano y no estoy exento al dolor y la perdida de buenos guerreros, y aunque seguiremos conectados, ahora tienen sus propias batallas y ya no pelearán desde DDLA. Pero debemos saber que una batalla no es la guerra, y ésta la estamos ganando lenta pero segura porque el futuro existe y ya pasó, y lo he visto, pues lo que no nos mata nos fortalece, y saldremos más fortalecidos que nunca. Hoy doy por finalizado el tema y esta etapa, dura como ninguna, a tal punto que nos movieron los cimientos por las pérdidas de los colaboradores que estuvieron involucrados desde el comienzo, y eran columnas del templo porque casi nacieron con el blog, a quienes respeto y les agradezco el tiempo, trabajo y sacrificio de estos años compartidos, y que saben que las puertas de DDLA están abiertas para su regreso. Quiero que sepan que todo está bien, fuera de DDLA seguimos siendo Amigos, por lo menos por mi parte.
Ahora sigamos adelante con el artículo y DDLA, porque como el Ave Fénix, resurgimos de nuestras propias cenizas.
Cuando me enteré de lo que estaba pasando, primero dudé, luego me reí de mi incontrolable imaginación, luego me puse serio y lo archivé en el estante de todo es posible hasta que se demuestre lo contrario, y por último tuve que aceptar la realidad. Reconozco que no es algo que se acepte de buenas a primeras como el que se entera que mañana no habrá transportes por una protesta gremial de choferes, pero aceptar que estamos en guerra hace miles de años con las fuerzas de la oscuridad, no es fácil.
Cuando el Lhumanu fue creado y dejado a su suerte, no fue tanto así, pues se dispusieron a siete demiurgos para su cuidado y dominio. Nos guste o no nos guste, la única magia conocida y que tiene el algoritmo de esta realidad es la Cábala entregada a Moisés, y todo lo demás gira alrededor de este poder. La cábala no es solamente una serie de números, algoritmos y operaciones con símbolos, es el conocimiento de cómo funciona esta realidad y como obtener mediante los demiurgos todo lo que se desea, pues es el universo del deseo por el cual se revirtió la esfera, y este domina las pasiones del hombre que mantienen la inconsciencia del Lhumanu para que pueda ser manipulado. Oponerse a este mandato del deseo, como intentamos hacer aquí, conlleva a que estas fuerzas estén en nuestra contra continuamente, y suframos estas batallas con las sombras, sea en lo particular o en lo general.
Un demiurgo es una entidad de jerarquía solar de grado 18 o superior, con la capacidad de crear y destruir a voluntad, son Seres cuya existencia cubre la vida de todos los Lhumanus y no necesariamente necesitan un contenedor, aunque a veces lo utilizan. Se reparten el control según los días de la semana, y para el que conoce cómo, los poseedores del algoritmo del pacto, utilizan sus poderes en beneficio personal, ya que su reconocimiento y adoración los llevan a obtener el poder y los dones de un “mago negro” o “Amasterdamo oscuro”, beneplácito de los que pactan con la oscuridad pues son sus representantes en la tierra. A continuación daré una pequeña referencia de los demiurgos correspondientes a los siete días de la semana, que son los siguientes: Súrgat, Lucifer, Frimost, Astaroth, Silcharde, Bechard y Guland. Al primero de los cuales se evoca los domingos; al segundo los lunes; al tercero los martes, y así sucesivamente.
SÚRGAT (demiurgo de las riquezas). Se invoca los domingos y tiene el poder de desencantar los tesoros escondidos. Señala los lugares en donde se crían el oro, la plata y otros metales de valor y las piedras preciosas.
LUCIFER (demiurgo de las enfermedades). Se invoca los lunes y tiene el poder de enfermar y curar a los hombres y a las bestias. Enseña las propiedades de las plantas curativas y venenosas.
FRIMOST (demiurgo de la destrucción). Se invoca los martes y enseña el manejo de las armas; siembra el odio, el espanto y la ruina; hace ruido en las casas; es el padre de las venganzas. Revuelve las aguas de mar; desencadena los vientos y tempestades; hace caer granizo y rayos adonde le place, etc.
ASTAROTH (demiurgo de la suerte). Se invoca los miércoles e indica los medios de hacerse rico; enseña el gran secreto para ganar a la lotería y en todos los juegos de azar; revela el modo de hacer fortuna, triunfar en los negocios, etc.
SILCHARDE (demiurgo del dominio). Se invoca los jueves y concede al que le evoca un poder dominador sobre los demás hombres; influye en el alma de los poderosos para conseguir de ellos toda suerte de beneficios, empleos y prebendas.
BECHARD (demiurgo del sexo). Se invoca los viernes y enseña a los hombres y a las mujeres el arte de amar; los secretos para hacerse irresistible en las lides amorosas; los medios para alcanzar el amor de una persona; para hacer reñir a los amantes; para destruir matrimonios; enseña el arte de componer filtros, etc.
GULAND (demiurgo de la envidia). Se invoca los sábados y tiene la facultad de hechizar, arruinar a las personas y la de enfermar y hacer morir a los animales domésticos y aves de corral. Insinúa los medios de echar en una casa la mala suerte y trastornos de toda clase. Enseña la manera de someter a las bestias feroces, etc.
La religión católica lleva a cabo estos rituales de forma oculta, y disfrazados con las ceremonias religiosas en los templos, de domingo a domingo en el Vaticano, y de sábado a sábado en las Sinagogas. Como hay demiurgos oscuros, también hay demiurgos de luz, llamados ángeles y arcángeles por el gnosticismo cristiano, que intentan equilibrar y recuperar el terreno perdido hace miles de años. Unos y otros luchan en los mundos superiores junto a Baphomet y Wotan para mantener el control sobre la inconsciencia del hombre, mientras nosotros queremos ser nuestro propio demiurgo a través del poder del Dragón. La cosecha por parte de los siete demiurgos es tremenda, el reino de los siete en la tierra es ahora suyo, pero las batallas libradas por el Dragón no dan tregua. Desde que tomó el mando estamos recuperando el poder pero no el territorio que aún está en manos de las sombras y esa es nuestra batalla diaria, la del día a día y por la cual nos entrenamos en lo particular y en lo general.
La noche del 6 de enero, fui testigo junto a mi familia de una de las más cruentas batallas entre las fuerzas de uno y otro lado de esta contienda. El cielo se iluminó por horas y sin ningún ruido, el silencio lastimaba los oídos y la luz engañaba los ojos mostrando formas fantasmales, las bajas y heridos se reflejaron en este lado del espejo, pero también los territorios que ganamos al enemigo y que nos costó material humano irremplazable. Luego, una tormenta azotó de tal manera que quedé incomunicado por 24 horas sin ningún servicio, quizás un reflejo de la incomunicación entre nosotros. Sólo unos pocos conocen la verdad de lo que está sucediendo y no pueden contarla, porque la incomprensión está al acecho y es el arma del enemigo que llevamos dentro. El cuarto hombre es el comienzo de la liberación y hacia él tenemos que dirigirnos si queremos liberarnos del poder de los siete demiurgos, porque el cuarto hombre se llama CHRISTOS y es el Lux-Fero de nuestra existencia, el primero de muchos otros que son LEGION, y que vienen detrás de él para liberarnos, mediante nuestro propio accionar, de los siete demiurgos de esta realidad.
Nota:
Este artículo es informativo, por favor no desvirtúen su intención y propósito con pensamientos que no son suyos.
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