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IBN ASAD: ¿Quién Es? Entrevistas por Yuri Da Souza... (Libros para DESCARGAR)
Nota: Puesto que su página oficial: www.ibnasad.com, ya no existe, he extractado esta información de google caché como un tributo a este brillante y noble hombre que bien ha sabido engendrar éste, nuestro planeta Tierra.
Gloria H.
Gloria H.
Entrevista Promocional "La Danza Final de Kali" 21-10-10
(Click AQUÍ para descargar el libro)
Casi por casualidad, hace tres semanas llegó a mis manos “La Danza Final de Kali”,Ibn Asad, de un libro que lleva meses circulando en internet como uno de los mejores libros sobre el Nuevo Orden Mundial escrito en español y disponible en portugués. Lo leí y es cierto. Aunque encontré puntos débiles y confusos, Ibn Asad cuestiona con habilidad interrogantes tan difíciles de resolver como de plantear.
Casi por casualidad, ahora tengo la oportunidad de conocer y entrevistar al autor del libro, en la cafetería de un museo de una ciudad brasileña.
Yuri Da Souza: Felicidades por su libro pero le advierto que soy muy crítico con el mensaje fatalista que transmite, con ese “no hagas nada” frente a los horrores que plasma.
Ibn Asad: Bien, no fue mi intención ordenarle nada a nadie. Sólo digo que haga lo que haga, no es de mi incumbencia. El dilema de la acción o la no-acción es una polémica muy trillada, como puede comprobar con la Bhagavad-Gita o con el Libro de Job en la tradición hebraica. En este caso particular del libro mío que ha leído, sólo destapo la acción que el moderno identifica como “activismo”: no es una acción desde ninguna voluntad, no es una acción espontánea, y ni mucho menos, es una acción libre.
YDS: Pero esa postura pasiva conduce a un individualismo radical, ¿no es así?
Ibn Asad: Creo que ya ha llegado el momento en el que se acusa de “individualista” a todo aquel que simplemente no habla en nombre de una organización, o peor aún, a alguien que no repite lo que su organización política, ideológica, corporativista, o religiosa, le dice. No creo que sea individualista, pero tengo claro que soy un individuo. Soy un individuo (yo) que está hablando con otro individuo (usted). Lo que conversemos puede gustar o incomodar a un colectivo, puede ser utilizado para los intereses de una agrupación, o puede amenazar a las intenciones de otra. Teniendo en cuenta la dirección que los tiempos han tomado, es importante conocer la naturaleza de estas agrupaciones.
YDS: ¿Asegura entonces que no existe grupo político, movimiento humanitario, asociación religiosa… que sea decente?
Ibn Asad: No es eso, nada relacionado con la decencia. Digo que todo movimiento moderno responde en última instancia a la voluntad de un individuo que tiene interés en dar una ilusión de libertad a los que él mueve. Todo miembro de un movimiento político, medioambiental, humanitario… está siendo movido por una voluntad que no es la suya. Si dice formar parte de un movimiento, sería conveniente que se planteara quién inició ese movimiento. En “La Danza Final de Kali”, se dan algunos datos al respecto. Sólo eso.
YDS: Tratando los contenidos del libro, además de arremeter contra el ambientalismo, los sistemas educativos, las farmacéuticas, la psicología, la ciencia moderna en su conjunto… le dedica un capítulo a los medios de información. ¿Tan peligrosa le parece la información? ¿No es beneficioso que la gente tenga cada día más información?
Ibn Asad: Yo hago la misma pregunta: ¿No es beneficioso que la gente tenga cada día más información? No lo sé. Lo que sí sé y usted también lo sabe, es que cada día existen más personas enganchadas a la información, adictas a las noticias. Ellas creen saber qué está pasando, cuando ellas saben sólo lo que está pasando detrás de la pantalla de su T.V. o internet. Ellas creen conocer a través de la información, y dicen tener “opinión propia” a través de esa creencia. Es obvio que esa opinión no es propia, y que no puede serlo cuando todas ellas coinciden y se organizan a través de dualismos artificiales impuestos desde afuera: la izquierda o la derecha, la religión o el laicismo, el conservadurismo o el progresismo, el Barça o el Madrid, la Pepsi o la Coca-Cola… No digo que la información sea en sí misma dañina; digo que la información se está presentando como una peligrosa trampa, una ilusión de conocimiento.
YDS: Según usted, ¿los ciudadanos que se oponen al New World Order, están cayendo en esa trampa?
Ibn Asad: Periodista malicioso, no digo eso. No creo que mis energías deban ir dirigidas a criticar a los ciudadanos, ni a lo que hacen en su tiempo libre. ¡Bastante tenemos cada uno con lo nuestro…! Sí que hago esta pregunta: ¿Qué es, efectivamente, oponerse al Nuevo Orden Mundial? ¿Ver un video en youtube? ¿Ver mil videos en youtube? ¿Insultar u opinar en un foro? ¿Comprar un DVD, una camiseta, o un documental sobre OVNI´s? ¿Hacer o seguir un blog? Todo esto puede resultar interesante, pero en ello no existe ninguna oposición a nada.
YSD: Pero no puede negar la presencia en internet de medios alternativos de información…
Ibn Asad: No la niego, y digo de nuevo que algunos son interesantes, interesantísimos, y que están haciendo una labor encomiable. Sin embargo, ese interés no tiene en sí mismo, ninguna relación con una oposición efectiva a nada.
YSD: Volviendo a su libro, pienso que aun con todas las objeciones, es el libro en español más completo sobre el New World Order. ¿Qué opina de la literatura existente sobre este tema?
Ibn Asad: Existen libros muy buenos sobre el Nuevo Orden Mundial desde perspectivas económicas, históricas, políticas… también en español. Quizás la novedad de “La Danza Final de Kali” sea que se ha intentado abordar el tema desde una perspectiva iniciática, y de esta manera, el resultado arroja una síntesis integral. Esto se debe a que, ante todo, el Novus Ordo Seclorum es un trabajo contra-iniciático, y sus dominios trascienden la economía, la política, la sociología… u otros enfoques profanos. El problema viene de muchos siglos y milenios atrás, pero la raíz de la materialización del Nuevo Orden Mundial es bien identificable: la modernización de la masonería en los siglos XVIII y XIX, y es crucial no perder de vista este origen. Actualmente existe una inmensa corriente contra-iniciática proyectada en las iglesias, los partidos políticos, las corporaciones, las plataformas educacionales… que a estas alturas ya se muestra grotesca, y que hemos resuelto llamar New World Order.
YSD: Según sus declaraciones, entonces lo que estamos tratando está por encima de las instituciones. Ya que las instituciones no pueden responder, ¿existiría una posibilidad de respuesta de tipo espiritual?
Ibn Asad: Yo no lo sé. Existe una posibilidad maravillosa de respuesta en cada individuo a nivel particular. Una invitación a que el individuo se plantee para qué y para quién trabaja cuarenta horas semanales. Una oportunidad para que cambie las relaciones con los que le rodean, para que se organice alrededor de la familia, de su hogar, de las personas que ama. Creo no sólo que ésa es una oposición efectiva, sino también la única posible: que el individuo proteja a los suyos, que muestre más amor hacia su mujer o marido, que tome las riendas de su vida, de su alimentación, de su descanso, del respeto hacia sí mismo con los contenidos de la televisión que ve, de la prensa que lee, de los libros de texto de la escuela de sus hijos. Una toma de conciencia de la brutal agresión cultural que se está perpetrando contra todos los pueblos de la tierra. Ése es el cambio que busco, de dentro hacia fuera, y creo que ese cambio es posible, sin necesidad de ser ruidoso, ni espectacular, ni mediático, ni circense, ni revolucionario…Fuera de ahí, creo que todo son fantasías e ilusiones. En lo que a mi respecta, sólo hago lo poco que puedo: invito a leer un libro.
YSD: Y parece que esa invitación la han aceptado miles de personas, porque su libro se ha convertido rápidamente en un best-seller con sus ediciones en portugués y español…
Ibn Asad: No best-seller. En todo caso, “best-reader”, porque usted lo ha leído sin comprar nada.
YSD: Como quiera, en cualquier caso, el libro ha tenido mucho éxito para un trabajo sin ninguna campaña publicitaria. Puede que ya sea un clásico, un icono de los libros del género conspiratorio.
Ibn Asad: Espero que no. Ese género no necesita iconos, y yo no estoy por la labor de crear icono alguno, sino de todo lo contrario: destruirlos. Para que se haga una idea, y puede comprobar lo que le digo con cualquier trabajador degoogle, la palabra “conspiración” es sólo un site tag de una lista matriz de cerca de 60.000 palabras. Este tag no está en el topten de búsquedas, ni en el top veinte, ni en el top cien; y puede tener certeza de que en esos tops, están palabras como “porno”, “MTV”, o “pop music”. Se ha hecho un producto de consumo de las “teorías de conspiración”, perfectamente insertado en la carta de programación global y control de la población. Es durísimo, pero es así: tienen su papel en la agenda global, es decir, amortiguar el descontento social y satisfacer rebeldías impotentes. Si estamos interesados en conocer la verdad, creo que conviene tener esto en cuenta.
YSD: Para terminar, permítame algunas preguntas personales. En sus trabajos hace referencia continua a India y al yoga, ¿Qué tipo de yoga practica? ¿Es de origen indio? ¿Es usted vegetariano?
Ibn Asad: Con esas preguntas pasamos del tag de la prensa de la conspiración, al de la prensa del corazón, y ésta última me interesa aún menos, y seguro que a mis lectores tampoco.
YSD: ¿Algo que decir a los lectores entonces?
Ibn Asad: Pues que sigan haciendo eso: que lean. Que lean muchos libros, que lean, que lean, y si les sobra tiempo, pues que escriban. Recibo cada día valiosísimas lecturas, críticas, artículos… Se dice que actualmente se lee poco. Yo no lo creo. Impreso o digital, comprado o descargado, real o virtual, el libro sigue teniendo poder. No sé qué formas adoptará en el futuro, pero prefiero pensar en el libro como un ser vivo que sabrá adaptarse a toda esta locura, sin perder su fuerza y validez. ¿Un mensaje a la humanidad? (risas…) ¡Leer! Dejémonos de sentimentalismos pusilánimes, quejas envidiosas, y reclamaciones a la oficina del consumidor… y leamos.
YSD: Muchas gracias por la entrevista y por la agradable conversación.
Ibn Asad: Muchas gracias a usted por sus palabras.
(fuente: Yuri Da Souza; jornalismo independente; Rio 2010; jornalismoindependente.blogspot.com)
Entrevista promocional de "La Rueda de los Cuatro Brazos" 23-2-2011
(click AQUÍ para descarga del libro)
Después del sorprendente libro “La Danza Final de Kali” el escritor Ibn Asad vuelve a dinamitar los cimientos de la modernidad con su último libro “La Rueda de los Cuatro Brazos”, con el subtítulo “Introducción al carácter suprahistórico de la humanidad”. Es un ensayo original, inédito, nuevo, que engancha desde el prólogo. Porque Ibn Asad sabe como nadie hacer de un ensayo, una lectura dinámica, en parte gracias a su ágil estilo, y en parte por los inquietantes temas que trata.
Yuri Da Souza: De nuevo nos encontramos aquí, amigo. Parece que con un trabajo nuevo. Nuevo con mayúsculas. Sorprendió con “La Danza Final de Kali” y sorprende ahora con “La Rueda de los Cuatro Brazos”.
Ibn Asad: Bueno, lo cierto es que no hay hilo de continuación directo entre “La Danza Final de Kali” y “La Rueda de Cuatro Brazos”; puede leerse una sin haberse leído la otra, y viceversa. “La Rueda de los Cuatro Brazos” es una obra más de documentación, más de exposición de unanimidades doctrinales, más académica, si se prefiere decirlo, aunque no me guste la palabra. Pero claro, es indudable que ambas tienen algo en común. Las dos forman parte de una trilogía que se completará con una tercera obra.
YDS: Personalmente creo que esta “La Rueda de los Cuatro Brazos” es aún más ambiciosa, más densa en contenido que la anterior pero eso hace de ella un libro más difícil, más minoritario. ¿no es así?
Ibn Asad: No, no lo creo. Si hay algo que he aprendido como escritor, es a valorar la poderosa capacidad de los lectores. Ellos me han demostrado muchísimo con las lecturas de mis últimos cinco libros. Ellos se han ganado todos mis respetos. Por eso, he escrito “La Rueda de los Cuatro Brazos”: no porque yo era capaz de escribirla (cosa que puede ponerse en duda), sino porque con certeza ellos podían leer y comprender una obra como la que he intentado escribir. No sé si será un libro de mayorías o de minorías; pero me consta que será un libro leído, muy bien leído.
YSD: Sobre esos contenidos lo que más me ha sorprendido es leer una prehistoria del ser humano, muy diferente a la que aprendí en la escuela o en la facultad de Historia y además documentada con textos de diferentes pueblos.
Ibn Asad: Es diferente a la exposición de la prehistoria de los cuentos escolares, sencillamente porque no es una exposición de la prehistoria. Los modernos hablan de un ser humano sólo después de que éste comenzara a dejar escritos; y por el contrario, yo he escrito sobre el ser humano que vive muchísimo antes de que los modernos aprendieran a hablar. Además, lo más sorprendente de esa oposición, no está en el cuándo, sino en el modo de esa vida.
YSD: Sí, parece que en el libro asegura que el modo de vida humano no siempre fue el mismo, incluso que fue mucho más pleno en momentos pasados.
Ibn Asad: Exactamente; eso es. Y no sólo eso: aseguro que el más alejado de esa plenitud, es el momento actual.
YSD: Mientras sostiene estas afirmaciones con una erudita documentación, encuentra también tiempo en el libro para replicar a historiadores, antropólogos, paleontólogos, genéticos, psicólogos… arremete en definitiva contra toda la ciencia moderna. ¿Acepta que le tilden de “anti-científico”?
Ibn Asad: ¿Importaría algo que lo aceptase? Me van a llamar “anti-científico”, lo acepte o no. Cuento con ello. Cuento con que este libro irritará y enfurecerá a muchas personas; y las reacciones ya me las sé. Lo que ellos no saben es que cada una de esas reacciones son para mí felicitaciones por un trabajo bien hecho.
YSD: ¿Tiene enemigos científicos, entonces?
Ibn Asad: No, no lo creo, en lo personal soy bastante amigable. De hecho, tengo relación con lectores que son científicos, como tengo relación con lectores profesores de filosofía, también economistas, o incluso teólogos católicos. Siempre me he sentido a gusto en contextos heterogéneos, y eso se refleja también en quienes leen mis libros. Me consta que soy leído por tipos muy dispares. Tengo amigos musulmanes, y valoro mucho las lecturas de ese círculo de intelectualidad. También tengo relación con lectores cristianos, judíos… pero también con tipos que se presentan como comunistas, ateos, new age, fascistas, marxistas, nacionalistas… en fin, no entiendo por qué negar el diálogo con alguien, con un ser humano que ante todo necesita expresarse. Yo me siento cómodo en la diversidad, y, a fin de cuentas, para mi, sólo eso significa ser español. España es un cruce de caminos de la humanidad, quizás sólo comparable con Palestina y Uttar Pradesh . Las fuentes de las que bebe la realidad ibérica son inagotables.
YDS: Pero usted no vive en España...
Ibn Asad: No, no, claro que no... Nunca me oirá hablar mal de España, pero lo cierto es que tengo mis dudas sobre si España es, en la actualidad, un lugar habitable.
YDS: Volviendo a “La Rueda de los Cuatro Brazos”, de nuevo aparece India en esta obra, esta vez a través de una copiosa documentación bibliográfica. Además la portada del libro es una svástika indio. Hábleme de eso.
Ibn Asad: ¡Por supuesto! Porque India es una expresión aún viva (y mucho), y el sánscrito no es lo que los lingüistas llaman “una lengua muerta”. Todo sería diferente si se enseñaran a las gentes en las escuelas, lenguas como el sánscrito, pero también el árabe, el hebreo, el griego, incluso el latín. Si esto fuera así, los nazis dejarían de ser nazis, los sionistas dejarían de ser sionistas, y ciertos musulmanes y cristianos dejarían de ser tan peligrosamente estúpidos. Todo sería más sencillo: unos y otros comprenderían que la primera voz la compartimos todos. Eso sucedería sólo con enseñar a las gentes, las herramientas de expresión del ser humano. Infelizmente, hay otros intereses, y en las escuelas se seguirá dando prioridad al business english, a la informática para niños de diez años, bioquímica para niños de trece, marketing, educación para ciudadanía… en fin!
YSD: Otro punto que quería comentar de su obra es el apartado que le dedica a la Masonería. Como historiador no había leído una síntesis más lúcida sobre ese tema. Según usted, ¿qué grado de poder tiene la Masonería actualmente?
Ibn Asad: Poder propiamente dicho, muy poco. Es más bien al contrario: es el poder quien tiene a la Masonería. Pienso que no existe la Masonería como una unidad, y yo personalmente creo que nunca existió. Existieron y existen -eso sí- logias masónicas, cada una con un origen, con una historia, y con un pretexto fundacional. Estas diferencias se pueden estudiar, pues los autores masónicos siempre han tenido una gran verborrea literaria, a pesar de que aleguen saber guardar silencio. El único misterio que encierra el estudio de la Masonería es el modo en el que en menos de un siglo, lo que se articulaba como Masonería deviene redes de puras y duras “sociedades secretas”, tal y como las conoció el siglo XIX, y tal y como se disfrazan los actuales grupos de poder globales. Si se examina bien, quizás la Masonería fue más víctima de este proceso, que responsable. Yo esto último no lo sé. Yo me he limitado a estudiar lo que los masones escribieron sobre ellos mismos, y ellos mismos reconocen ya a mitad del siglo XVIII, que entre ellos estaban a la greña en un proceso de “desviación”, que desemboca en Wilhelmsbad. Toda esa olla a presión explotó por los aires… y hasta hoy.
YDS: Usted habla de una supra-historia. Ahí es donde despliega un concepto de simbolismo que al parecer no tiene mucho que ver con lo que se entiende normalmente por símbolo. ¿no es así? ¿Es usted el pionero en exponer este concepto del simbolismo?
Ibn Asad: No, no soy el pionero de nada, y mucho menos de eso. Lo que vulgarmente se entiende por “símbolo” no es un símbolo. Por supuesto que el símbolo es muchísimo más que eso que manosean los mitólogos, los literatos, los historiadores del arte… Ahora bien, fuera de estas anormalidades, existieron y existen individuos que conocer el valor del símbolo y que han firmado trabajos interesantísimos y brillantes al respecto. También en español. Ahora me viene a la cabeza el nombre del señor Oscar Freire. No soy pionero ni inventor de nada. Simplemente utilizo para expresarme el lenguaje que conozco.
YSD: Antes ha hablado de una trilogía…. Sé que apenas ha salido este “La Rueda de los Cuatro Brazos”. No quisiera parecer exigente pero, ¿para cuándo la tercera? ¿Algún adelanto?
Ibn Asad: Pues para dentro de unos cuantos años. Al menos, dos o tres décadas. Mientras tanto, haré otras cosas y escribiré otros libros. Haré cosas importantes, como cultivar la tierra. Yo no tengo prisa, y recomiendo no tener prisa para los asuntos que deberemos tratar en los próximos años. Necesitamos tiempo, y nos lo tenemos que dar.
YSD: Entonces dentro de veinte o treinta años, me encantaría hacerle otra entrevista por la publicación de esa tercera obra.
Ibn Asad: Sí, será divertido. Yo acepto el desafío.
(Fonte: Yuri Da Souza, Rio de Janeiro Jornalismo Independente; jornalismindependent.blogspot. com)
Yuri Da Souza: De nuevo nos encontramos aquí, amigo. Parece que con un trabajo nuevo. Nuevo con mayúsculas. Sorprendió con “La Danza Final de Kali” y sorprende ahora con “La Rueda de los Cuatro Brazos”.
Ibn Asad: Bueno, lo cierto es que no hay hilo de continuación directo entre “La Danza Final de Kali” y “La Rueda de Cuatro Brazos”; puede leerse una sin haberse leído la otra, y viceversa. “La Rueda de los Cuatro Brazos” es una obra más de documentación, más de exposición de unanimidades doctrinales, más académica, si se prefiere decirlo, aunque no me guste la palabra. Pero claro, es indudable que ambas tienen algo en común. Las dos forman parte de una trilogía que se completará con una tercera obra.
YDS: Personalmente creo que esta “La Rueda de los Cuatro Brazos” es aún más ambiciosa, más densa en contenido que la anterior pero eso hace de ella un libro más difícil, más minoritario. ¿no es así?
Ibn Asad: No, no lo creo. Si hay algo que he aprendido como escritor, es a valorar la poderosa capacidad de los lectores. Ellos me han demostrado muchísimo con las lecturas de mis últimos cinco libros. Ellos se han ganado todos mis respetos. Por eso, he escrito “La Rueda de los Cuatro Brazos”: no porque yo era capaz de escribirla (cosa que puede ponerse en duda), sino porque con certeza ellos podían leer y comprender una obra como la que he intentado escribir. No sé si será un libro de mayorías o de minorías; pero me consta que será un libro leído, muy bien leído.
YSD: Sobre esos contenidos lo que más me ha sorprendido es leer una prehistoria del ser humano, muy diferente a la que aprendí en la escuela o en la facultad de Historia y además documentada con textos de diferentes pueblos.
Ibn Asad: Es diferente a la exposición de la prehistoria de los cuentos escolares, sencillamente porque no es una exposición de la prehistoria. Los modernos hablan de un ser humano sólo después de que éste comenzara a dejar escritos; y por el contrario, yo he escrito sobre el ser humano que vive muchísimo antes de que los modernos aprendieran a hablar. Además, lo más sorprendente de esa oposición, no está en el cuándo, sino en el modo de esa vida.
YSD: Sí, parece que en el libro asegura que el modo de vida humano no siempre fue el mismo, incluso que fue mucho más pleno en momentos pasados.
Ibn Asad: Exactamente; eso es. Y no sólo eso: aseguro que el más alejado de esa plenitud, es el momento actual.
YSD: Mientras sostiene estas afirmaciones con una erudita documentación, encuentra también tiempo en el libro para replicar a historiadores, antropólogos, paleontólogos, genéticos, psicólogos… arremete en definitiva contra toda la ciencia moderna. ¿Acepta que le tilden de “anti-científico”?
Ibn Asad: ¿Importaría algo que lo aceptase? Me van a llamar “anti-científico”, lo acepte o no. Cuento con ello. Cuento con que este libro irritará y enfurecerá a muchas personas; y las reacciones ya me las sé. Lo que ellos no saben es que cada una de esas reacciones son para mí felicitaciones por un trabajo bien hecho.
YSD: ¿Tiene enemigos científicos, entonces?
Ibn Asad: No, no lo creo, en lo personal soy bastante amigable. De hecho, tengo relación con lectores que son científicos, como tengo relación con lectores profesores de filosofía, también economistas, o incluso teólogos católicos. Siempre me he sentido a gusto en contextos heterogéneos, y eso se refleja también en quienes leen mis libros. Me consta que soy leído por tipos muy dispares. Tengo amigos musulmanes, y valoro mucho las lecturas de ese círculo de intelectualidad. También tengo relación con lectores cristianos, judíos… pero también con tipos que se presentan como comunistas, ateos, new age, fascistas, marxistas, nacionalistas… en fin, no entiendo por qué negar el diálogo con alguien, con un ser humano que ante todo necesita expresarse. Yo me siento cómodo en la diversidad, y, a fin de cuentas, para mi, sólo eso significa ser español. España es un cruce de caminos de la humanidad, quizás sólo comparable con Palestina y Uttar Pradesh . Las fuentes de las que bebe la realidad ibérica son inagotables.
YDS: Pero usted no vive en España...
Ibn Asad: No, no, claro que no... Nunca me oirá hablar mal de España, pero lo cierto es que tengo mis dudas sobre si España es, en la actualidad, un lugar habitable.
YDS: Volviendo a “La Rueda de los Cuatro Brazos”, de nuevo aparece India en esta obra, esta vez a través de una copiosa documentación bibliográfica. Además la portada del libro es una svástika indio. Hábleme de eso.
Ibn Asad: ¡Por supuesto! Porque India es una expresión aún viva (y mucho), y el sánscrito no es lo que los lingüistas llaman “una lengua muerta”. Todo sería diferente si se enseñaran a las gentes en las escuelas, lenguas como el sánscrito, pero también el árabe, el hebreo, el griego, incluso el latín. Si esto fuera así, los nazis dejarían de ser nazis, los sionistas dejarían de ser sionistas, y ciertos musulmanes y cristianos dejarían de ser tan peligrosamente estúpidos. Todo sería más sencillo: unos y otros comprenderían que la primera voz la compartimos todos. Eso sucedería sólo con enseñar a las gentes, las herramientas de expresión del ser humano. Infelizmente, hay otros intereses, y en las escuelas se seguirá dando prioridad al business english, a la informática para niños de diez años, bioquímica para niños de trece, marketing, educación para ciudadanía… en fin!
YSD: Otro punto que quería comentar de su obra es el apartado que le dedica a la Masonería. Como historiador no había leído una síntesis más lúcida sobre ese tema. Según usted, ¿qué grado de poder tiene la Masonería actualmente?
Ibn Asad: Poder propiamente dicho, muy poco. Es más bien al contrario: es el poder quien tiene a la Masonería. Pienso que no existe la Masonería como una unidad, y yo personalmente creo que nunca existió. Existieron y existen -eso sí- logias masónicas, cada una con un origen, con una historia, y con un pretexto fundacional. Estas diferencias se pueden estudiar, pues los autores masónicos siempre han tenido una gran verborrea literaria, a pesar de que aleguen saber guardar silencio. El único misterio que encierra el estudio de la Masonería es el modo en el que en menos de un siglo, lo que se articulaba como Masonería deviene redes de puras y duras “sociedades secretas”, tal y como las conoció el siglo XIX, y tal y como se disfrazan los actuales grupos de poder globales. Si se examina bien, quizás la Masonería fue más víctima de este proceso, que responsable. Yo esto último no lo sé. Yo me he limitado a estudiar lo que los masones escribieron sobre ellos mismos, y ellos mismos reconocen ya a mitad del siglo XVIII, que entre ellos estaban a la greña en un proceso de “desviación”, que desemboca en Wilhelmsbad. Toda esa olla a presión explotó por los aires… y hasta hoy.
YDS: Usted habla de una supra-historia. Ahí es donde despliega un concepto de simbolismo que al parecer no tiene mucho que ver con lo que se entiende normalmente por símbolo. ¿no es así? ¿Es usted el pionero en exponer este concepto del simbolismo?
Ibn Asad: No, no soy el pionero de nada, y mucho menos de eso. Lo que vulgarmente se entiende por “símbolo” no es un símbolo. Por supuesto que el símbolo es muchísimo más que eso que manosean los mitólogos, los literatos, los historiadores del arte… Ahora bien, fuera de estas anormalidades, existieron y existen individuos que conocer el valor del símbolo y que han firmado trabajos interesantísimos y brillantes al respecto. También en español. Ahora me viene a la cabeza el nombre del señor Oscar Freire. No soy pionero ni inventor de nada. Simplemente utilizo para expresarme el lenguaje que conozco.
YSD: Antes ha hablado de una trilogía…. Sé que apenas ha salido este “La Rueda de los Cuatro Brazos”. No quisiera parecer exigente pero, ¿para cuándo la tercera? ¿Algún adelanto?
Ibn Asad: Pues para dentro de unos cuantos años. Al menos, dos o tres décadas. Mientras tanto, haré otras cosas y escribiré otros libros. Haré cosas importantes, como cultivar la tierra. Yo no tengo prisa, y recomiendo no tener prisa para los asuntos que deberemos tratar en los próximos años. Necesitamos tiempo, y nos lo tenemos que dar.
YSD: Entonces dentro de veinte o treinta años, me encantaría hacerle otra entrevista por la publicación de esa tercera obra.
Ibn Asad: Sí, será divertido. Yo acepto el desafío.
(Fonte: Yuri Da Souza, Rio de Janeiro Jornalismo Independente; jornalismindependent.blogspot. com)
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